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Las Tunas.- El equipo que dirige Tamara González Viamonte en el restaurante del campismo Playa Guayabal es muy bien llevado, basta verlas trabajar para notarlo. Todas viven en la comunidad cercana y su camaradería refleja el ambiente de un colectivo distinguido, entre sus homólogos de esta provincia, con la sede del acto aquí por el aniversario 41 del Campismo Popular.

“Tratamos de brindarles el mejor servicio a los campistas para que se lleven una buena impresión y salgan satisfechos”, afirma esta mujer de baja estatura, pero con una evidente autoridad sobre un team femenino que funciona como un reloj, e integrado por Yaima Gamboa Álvarez, subdirectora asistente, Tamara Mas Barrios e Isela Espinosa, las gastronómicas. “Hacemos lo posible para incrementar todo tipo de variedades según los productos que tengamos en el almacén”, asegura.

Por un año y siete meses, Playa Guayabal fungió como centro de aislamiento de pacientes sospechosos o positivos a la Covid-19. Una etapa que, dice Tamara, los marcó para siempre. “Fueron días difíciles, de mucho batallar cumpliendo con todas las medidas higiénicas para que pudiéramos salir adelante en esta pandemia que afectó numerosas vidas, y lo logramos”, sentencia.Campismo Guayabal Las Tunas 2022 0008

“Varios de nuestros trabajadores estuvieron en zona amarilla e, incluso, dos en la roja”, cuenta José Alberto Borrás, director de la base. Borrás como le llaman, vive su segunda época como directivo de este rango y en la conversación afloran sus desvelos por un sitio que es su otra casa. Desde noviembre del 2021, explica, tras la mejoría de la situación epidemiológica, retomaron paulatinamente los servicios habituales.

Borras Campismo Guayabal Las Tunas 2022 0011En estos momentos estabilizaron la afluencia de huéspedes los fines de semana y algunos grupos entre martes y domingo, cuya estancia, sin completar todas las capacidades existentes, es un aporte a los ingresos de la unidad; por eso él enfatiza en la entrega de los trabajadores, quienes renuncian a su descanso para que eso sea posible.

“Tenemos un colectivo enfrascado en que todo salga bien; en la limpieza, la calidad de los servicios, el cumplimiento de las normas higiénico sanitarias...”, recalca. 

Ahora, adelanta, ponen sus ojos en el próximo verano, para lo cual esperan aprovechar las 120 capacidades disponibles: 80 en cabañas de mampostería y el resto en tiendas de campaña. Esta última variante, comenta, es muy apreciada por los jóvenes. Paralelamente planean colocar cubiertas de hormigón armado a varias cabañas y ampliar sus baños.   

Playa Guayabal es muy popular entre los campistas de los municipios tuneros cercanos y de otros como el camagüeyano Guáimaro y ese, concluye Borrás, es un sello que pretenden mantener en esta etapa, que es como empezar otra vez luego de tanto tiempo lidiando con la peor cara de la Covid-19.

“La calidad que se merece el pueblo, con buen trato y excelente elaboración de los productos que ofrecemos. Es la mejor satisfacción que le podemos dar a quienes nos visiten”.