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Las Tunas.- Con solo 21 años de edad, el manatiense Alfredo Torres Cruz resultó el ganador del Concurso de Interpretación El Artista Soy Yo, en su segunda edición, certamen auspiciado por la casa de la música Emiliano Salvador y varios exponentes de la manifestación, para defender lo mejor del pentagrama y promover nuevos talentos de la cancionística en la provincia.

Este aficionado de la casa de cultura Olga Alonso, oriundo de la tierra de Barbarito Diez, por primera vez se embulló a competir, armado solo con su talento y el deseo de dar lo mejor en el escenario. De hecho, cuenta a 26 que -a causa de la distancia de su terruño respecto al municipio cabecera de la provincia- no pudo asistir a la mayoría de los ensayos, pero trató de aprovechar al máximo el tiempo restante, y el fruto alcanzado lo corrobora.concurso artista 1

Junto con Rosailis Báez (cuarto lugar), Julio César Furones (tercer escaño) y María de los Ángeles Manresa (segundo puesto), vivió los momentos finales de la competición, aderezados con justas dosis de nerviosismo y entusiasmo. No es para menos. Al decir de Divania González, directora de la  casa de la música Emiliano Salvador, un total de 23 intérpretes se presentaron inicialmente, de los cuales 14 pasaron a la fase eliminatoria y luego se fue decantando hasta quedar los más destacados.

Por su parte el jurado, conformado por los solistas Ernesto Soria, Lays Rodríguez y ella, además de Víctor Hidalgo (jefe del Departamento Técnico de la Empresa de la Música), Ángel Orlando Matos (coreógrafo) y Rolando Rodríguez (músico graduado de la escuela profesional de arte El Cucalambé), valoró la calidad vocal, escénica e integral de los contendientes.

Respecto a Alfredo como tal, comentó Divania: "Él merece ser artista del catálogo de la empresa comercializadora de la música y los espectáculos Barbarito Díez, de Las Tunas. Tiene un talento único y es muy profesional a pesar de su corta edad. Sencillamente es grande". Motivado por esos aderezos, el periódico 26 se acerca al vencedor para conocer más sobre los hilos y musas que mueven su voz, bendecida por Euterpe.
                                                                                                                              CONOCIENDO AL ARTISTA
- Alfredo, cómo abrazas definitivamente eso que Martí definió como "la más bella forma de lo bello".
Bueno, te cuento que dejé la carrera de Medicina para dedicarme de lleno a la Música. Llevo una docena de años cantando como aficionado. Provengo de una familia muy humilde, que vivía en el campo, por lo que no pude desarrollarme previamente en el mundo del arte como hubiese querido.
Desde que entré a la Secundaria Básica, en la ESBU 2 de Diciembre, de mi localidad, me vinculé con la casa de cultura, pero primero lo hice en el teatro. De ahí, gracias al arte de las tablas, me fui interesando por la música hasta que me fue atrapando más, aunque las dos manifestaciones me gustan y las practico en la medida de las posibilidades. Me encanta el arte en general, por eso también me apasiona el maquillaje, la locución, la declamación...
- ¿Y a este concurso cómo llegas?
Me enteré por Facebook. Recibí el enlace del grupo donde se publicaba sobre el certamen y los aspirantes. Vi que estaba a tiempo, le escribí directamente al administrador del grupo y así me inscribí. Las audiciones fueron el 5 de julio, en la propia Casa de la Música. Debuté con la canción Puedo jurarlo, de Elena Burke, en una versión de Vania Borges. Y resulté el primer salvado de la noche.

Fue algo nuevo para mí, la primera vez que participé como tal en un concurso de canto. No conocía prácticamente a nadie de los que me acompañaron en la lid, pues -como soy de otro municipio- no estoy familiarizado con muchos rostros de nuestra cultura. De hecho, era el único participante de un territorio que no fuera Las Tunas. Además, soy algo tímido y eso me inhibe un poco a la hora de relacionarme con los demás.

- Cuéntame del proceso, de los retos que tuvieron que asumir durante la competición.
Fue complejo y hermoso a la vez. Tuvimos que interpretar varios géneros, de una diversidad de autores. Recuerdo que en la tercera gala, por ejemplo, nos pusieron el reto de interpretar una canción bailable y una canción cubana. En mi caso, busqué que ambas fueran cubanas, pues siempre me ha gustado defender nuestra música, máxime porque soy joven y a veces a nuestra edad nos olvidamos un poco de nuestras raíces e identidad.

concurso artista 2Por eso me incliné por la música campesina. Así, compartí Desafío al sinsonte, que incluye una parte bailable y una tonada. Tomé la decisión, además, pensando en homenajear de esa manera a Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cucalambé) y Celina González. Fue todo un éxito.

En cuanto al otro tema, asumí A mi entender, de Lourdes Torres, una de las cantantes cubanas que más admiro. De hecho, quiero aprovechar la oportunidad para agradecer a Yunier Díaz, asistente de ella y solista habanero que -desde que comencé en la música- me ha apoyado, lo mismo con consejos que con arreglos musicales a muchas canciones que he interpretado. Le agradezco infinitamente por eso.

Con el paso de los días, se estrecharon las relaciones entre los competidores. Los finalistas estuvimos en Radio Victoria y en el telecentro TunasVisión, fue lindo. Siento que nos crecimos y admiramos el valor ajeno. Rosailis, por ejemplo, solo tiene 17 años y llegó lejos dentro del certamen.

- ¿Qué dejaste para la gran final?
La canción Asuntos pendientes, de la telenovela cubana de igual nombre. ¿Por qué la elegí? Porque hace unos meses publiqué un video cantando ese tema y, gracias a Yunier Díaz, el material llegó a oídos de Teresa Yanet, que es la cantante cubana que interpreta la canción, además de ser su compositora. Ella me escribió agradeciéndome por ello y pidiéndome el video, lo que significó para mí algo maravilloso. Estaba convencido de que -si llegaba a la final- no podía compartir otro tema que no fuera ese.

Ahora bien, una vez que llegué a esa posición, me comuniqué con Teresa y le pedí sus arreglos musicales, porque quería interpretar la canción como ella, aunque la matizara mi voz. Así sucedió. Además, me mandó un audio conmovedor que compartí con el público antes de interpretar la obra. La otra canción que elegí para la final fue Se nos rompió el amor, de Rocío Jurado, canción potente que le llega al auditorio.

- Y tu quehacer más allá del concurso...
Bueno, tengo un videoclip que realicé por mi cuenta el año pasado, con el apoyo del productor tunero Amerix Rekord. Lo hice con el tema No quererte, de la cantante colombiana Maía, una de mis referentes por su fuerza y potencia como intérprete.

Luego de apartarme de la Medicina, trabajé como comunicador algunos meses en la casa de cultura Olga Alonso, pero decidí dedicarme completamente a la música y, desde entonces, he participado en diversos espacios, desde actos político culturales, galas, peñas, jornadas cucalambeanas y otras actividades. Incluso, en iniciativas a nivel provincial.

En ese sentido, también quiero agradecer a Rafael Rivero Vega, director artístico de mi tierra que hoy está fuera del país. Él me acogió y ayudó durante mis primeros pasos. Asimismo, agradezco a Oberto Calderón, quien dirige la peña Trova sin traba y, además, fue mi profesor en la Universidad de Ciencias Médicas de Las Tunas, quien me invitó en varias oportunidades.

- Entonces, qué es para ti la música...
Lo es todo, vivo por ella. La mayoría del tiempo en casa lo paso cantando y oyendo música. Escucho mucho mis propias grabaciones, para tratar de superarme todos los días más. Es mi mejor vía para comunicarme y llegar a las personas con las cosas que siento y así me conozcan un poco, es mi motor, eso que le da color, alegría y esperanza a mi vida.

- Si fueras una canción, ¿cuál sería?
Es mi madre, de Agustín Pantoja, porque ella es lo más grande que tengo en este mundo.

- Cuáles son tus sueños inmediatos...
Solo quiero cantar, vivir la música y convertirme en cantante profesional. En ese sentido, el concurso ha sido un gran paso, pues me ha ayudado a darme a conocer, aprender de otros colegas y crecer, en general.

...

Escuchar a Alfredo es deleitarse con una voz hermosa y de gran intensidad. El talento lo tiene y le augura buenos senderos, pero es en el intento cotidiano de superarse donde encontrará realmente su camino. Él lo sabe y esa es su mejor arma ante la vida. 26 le desea éxitos y conmina -desde ya- a los organizadores del concurso y a los directivos culturales de la provincia, a seguir apoyándolo para que, como otros, pueda decir con orgullo sano (sin triunfalismo ni egos que no llevan a ninguna parte): "El Artista Soy Yo".