Las Tunas.- La entrevista con Maribel Leyva Hernández concluyó con reflexiones acerca del trabajo no remunerado de las mujeres en el ámbito del hogar, de su invisibilización, de economía feminista y la importancia de introducir esta perspectiva a los análisis del gremio. Recordé entonces el libro de Katrine Marçal: ¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?, en el que, desde un enfoque feminista, la autora hace un análisis de la economía y el pensamiento económico tradicional burgués que perdura hasta la actualidad, y que está singularizado por un machismo ancestral.
"Nosotras somos grandes economistas aun sin haber estudiado la especialidad", me dijo al término de la conversación, en la que hablamos de las dos pasiones que arman su vida profesional: la pedagogía y la economía. Y es que esta profesora de Economía Política, con 25 años de trabajo en la Escuela Provincial del Partido, ha visto confluir estos campos del saber desde que en el lejano 1989 egresó de la Universidad de Oriente y llegó a este territorio a cumplir con su Servicio Social en Los Melanios.
"En aquel entonces yo tenía un cargo en la FEU, era la organizadora de la Facultad y miembro de su Comité UJC, y ante la necesidad del país decidí venir a Las Tunas. Y aquí me ven todavía hoy.
"Al principio fue un poco traumático porque, aunque no me fue difícil adaptarme, siempre había soñado ser ingeniera y resulta que estudié Economía, una carrera de la cual me enamoré por los números, los análisis… Lo que sí nunca pensé en mi vida fue ser profesora. Y aunque tuve posibilidades, luego de dedicarme solo a la economía escogí el vínculo entre ambas profesiones. En la actualidad puedo decir que me siento realizada".
En no pocas oportunidades Maribel ha sido seleccionada como la mejor profesora de Economía en la provincia. Disfruta el aula y le interesa, particularmente, tocar los temas relativos al desarrollo de este campo en el país y, en específico, desmenuzar todo lo relacionado con el pensamiento de Ernesto Guevara, "salvando las distancias es un referente", acota.
En su centro laboral es la presidenta de la sección de base de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), una organización que, al día de hoy, continúa aportándole saberes y experiencias de provecho personal y colectivo. "En primer lugar me permite ampliar y consolidar conocimientos porque la academia es solo una parte y la otra es la práctica. En las peñas, los eventos, los cursos…usted está rodeada de colegas y hay un intercambio de lo que sucede en el mundo empresarial y esto, por supuesto, retroalimenta".
Miembro del Comité Municipal de la ANEC y presidenta de su Comisión de Ética, Maribel siente mucha admiración de tantísimas colegas que integran esta estructura y que, desde diversas funciones, sitúan sus saberes en bien de la colectividad. Más del 60 por ciento de la membrecía de la organización es femenina, un dato que ilustra el terreno conquistado por las cubanas, transgresoras, valientes, luchadoras e inteligentes; mujeres que sí, hacen la cena…y también mucho más.
