Las Tunas.- Solo la disciplina ciudadana y la labor mancomunada de las autoridades sacarán adelante al país en su lucha contra la Covid-19, dijo aquí el general de División de la Reserva Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, quien encabeza la visita de control de dicho órgano de dirección a esta provincia del oriente cubano.
Al participar en el contacto diario del Grupo Temporal de Trabajo Provincial para el enfrentamiento a la pandemia, Pardo Guerra se interesó por la capacidad de respuesta del territorio a una situación de emergencia epidemiológica sin precedentes. Con respecto a sus homólogas, Las Tunas tiene la más baja tasa de incidencia de casos autóctonos por cada 100 mil habitantes. Sin embargo, no ha estado exenta del segundo brote que sufre la nación; al punto de que su municipio cabecera retrocedió a la tercera fase dentro de la etapa de recuperación pos-Covid-19.
Según le explicaron las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia, así como los especialistas de Salud Pública, el Balcón del Oriente Cubano ha desplegado su infraestructura asistencial de acuerdo con el panorama aún calificado de riesgo bajo. No obstante, le aseguraron, que están tomadas las provisiones necesarias para lidiar con una escalada a los escenarios intermedios o críticos.
La doctora Viviana Gutiérrez Rodríguez, directora provincial de Salud, precisó que el engranaje local contra la pandemia concentra sus esfuerzos en mejorar la calidad de la pesquisa comunitaria, pues el porcentaje de casos sintomáticos ya es mayoritario. Por su parte, el gobernador provincial Jaime Chiang Vega le informó que se elevaron las capacidades de centros de aislamiento para contactos de primer orden y pacientes sospechosos en todos los municipios. Manuel René Pérez Gallego, primer secretario del Partido en este territorio oriental, le indicó que sigue siendo una preocupación concretar el adecuado distanciamiento físico en las inevitables colas existentes en los establecimientos de la red de distribución de productos de primera necesidad.
El titular del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil alertó sobre el peligro que significa la ocurrencia de eventos institucionales de transmisión de la enfermedad. Estos, dijo, han propiciado la propagación del SARS-CoV-2. Hasta ahora, en suelo tunero no ha ocurrido ningún suceso catalogable como un evento de esa índole, pero sí las acciones preventivas para evitar el contagio con la enfermedad ha afectado el funcionamiento normal de unidades productivas, de servicios y centros educacionales.
De hecho, los pasos de control alrededor de los 14 focos de transmisión abiertos en la capital tunera han colocado bajo vigilancia epidemiológica, en momentos diferentes, a casi 600 personas entre trabajadores y estudiantes, de instituciones tan diversas como la sucursal del Banco Popular de Ahorro, del reparto Buena Vista; las unidades empresariales de base Confecciones Melissa, comercializadora Thaba y Duralmet; el Bufete Colectivo, el Tribunal Provincial, una panadería, una cooperativa de créditos y servicios, así como varios centros educacionales.
Los expertos le aseguraron a Pardo Guerra que esos focos están controlados, aunque convinieron en que el peligro sigue latente. “No puede haber un minuto para el descanso”, recalcó.
La pequeña comitiva que lidera el general de División de la Reserva evalúa durante esta semana el cumplimiento del sistema de medidas de la provincia para identificar y eventualmente eliminar sus vulnerabilidades ante eventos meteorológicos extremos de cara a la próxima temporada ciclónica y otros contextos, como la sequía en medio del actual período seco.
“Venimos a aprender, porque solo ustedes conocen mejor sus problemas; y cada territorio tiene sus propias características”, concluyó Pardo Guerra.
