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Las delegaciones de México y Cuba encabezadas por sus respectivos presidentes, Andrés Manuel López Obrador y Miguel Díaz-Canel, cerraron este sábado la agenda de la visita del gobernante antillano en Campeche con las conversaciones oficiales.

Como estaba anunciado, estas fueron de carácter privado y en ellas participaron todos los integrantes para discutir un amplio abanico de temas de interés bilateral en los que, según los anuncios, los más importantes son los referidos a la colaboración en salud que presta Cuba, el suministro de balastro para el tren maya, y el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos a la Isla.

De acuerdo con la composición de las delegaciones, que incluye a los más altos funcionarios en relaciones exteriores, economía, comercio, finanzas, salud, gobernación, marina, defensa, se colige que el temario fuera más abarcador que los dos anunciados.

En un escueto tuit del gobernante cubano, solo se indica que después de cumplir una intensa agenda, la cual incluyó su condecoración con la Orden México del Águila Azteca y una reunión ampliada sobre el Plan de Salud IMSS-Bienestar, comenzaron las conversaciones oficiales.

No se ha dicho si antes de la partida mañana de la misión cubana para seguir viaje a Belice, se firmará algún comunicado conjunto o declaración como suele suceder en este tipo de visitas oficiales, o si habrá algún encuentro con la prensa.

Entre las cosas novedosas reveladas por los propios mandatarios está que México requiere la presencia de más médicos extranjeros especialistas y que Cuba sigue dispuesta a cooperar en ese sentido.

La otra muy importante para los cubanos y que el presidente Díaz-Canel valoró muy alto, es el anuncio de López Obrador de que México encabezará y promocionará un movimiento en defensa de la soberanía de Cuba con el objetivo de que se suspenda, lo antes posible, el bloqueo de Estados Unidos a la Isla que ya tiene más de 60 años.

De igual manera, que saque también de inmediato a Cuba de una arbitraria lista negra muy particular del Gobierno estadounidense en la que incluye sin elemento alguno ni pruebas a aquellos países que califica de promotores del terrorismo.

Aunque es una decisión ilegítima basada en políticas internas, pero con aplicación extraterritorial, tiene consecuencias negativas para el país así calificado, pues exige a terceros -y no solamente a Estados Unidos- no comerciar con el país enlistado bajo el supuesto de que lo hace con el enemigo.

López Obrador no dio detalles públicos de la dinámica y operatividad del movimiento en defensa de la soberanía y por el levantamiento del bloqueo anunciado.