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Manatí, Las Tunas.- Para Ollagui Cabrera, la responsabilidad de convertirse en delegada de la circunscripción que la ha visto encauzarse en la adultez es un reto que en los últimos meses crece sobre sus espaldas como un peso que en vez de anclarla, la impulsa cada mañana a ir más lejos, al interior de las necesidades más objetivas de los pobladores.

En suelo manatiense, la labor de Ollagui en la Circunscripción 10 del Consejo Popular 2, en las cercanías del politécnico Gregorio Careaga, comparte la pretensión de cambiar los estilos de trabajo dentro de la comunidad, y de la mano de la mejor articulación del Grupo de Trabajo Comunitario busca otorgarle más protagonismo a los vecinos en la solución de los problemas colectivos.

manati14“Nuestra circunscripción de más de mil 300 habitantes enfrenta varias limitaciones en el orden económico y social -enfatiza la delegada-, aun así no nos hemos quedado con los brazos cruzados, todo lo contrario; con el acompañamiento de las autoridades locales pretendemos transformar el entorno.

“Actualmente estamos enfrascados en darle un tratamiento oportuno al abasto de agua. Ese es uno de los problemas más recurrentes que tenemos y constituye un viejo anhelo de los pobladores de esta área. El personal de Acueducto y Alcantarillado labora ya en las tuberías para garantizar el servicio mediante redes y la fuerza de la comunidad está lista para ayudar en lo que haga falta.

“Los viales se encuentran en muy malas condiciones y Mantenimiento Constructivo nos está colaborando con un movimiento de tierra hacia las zonas más afectadas. En los propios asentamientos, los vecinos intervienen en esa actividad y existe hoy mucha motivación, ganas de mejorar.

“En nuestra circunscripción hay tres escuelas y un círculo infantil. El nexo con estas instituciones emerge como una necesidad. El cuidado, la conservación y el embellecimiento de dichos inmuebles es un aporte a la imagen de nuestro barrio y queremos involucrarnos también en su transformación.

“Otra vieja demanda es la recuperación de las áreas deportivas, principalmente, del estadio de pelota, por la importancia que tiene para los pobladores y el interés de aportar a la formación de atletas de alto rendimiento.

“En estos momentos nos sentimos motivados. Queremos garantizar la venta de tanques que sirvan como reservorios de agua, y embellecer la zona, empezar la etapa con el optimismo de que vamos a lograr hacer la vida más llevadera aquí, con el concurso de nuestros esfuerzos y la ayuda de los organismos e instituciones”.

Ollagui asegura que cada mañana, auxiliada de su bicicleta, visita alguno de los 22 vecindarios de su circunscripción, conversa con la gente, hace un levantamiento casa a casa de las mayores limitaciones en el orden económico y convoca a los pobladores a socorrer a los vulnerables. Con ese fin ha organizado limpiezas en los hogares de personas enfermas e incapacitadas.

En los últimos tiempos, han recibido ayuda del Estado 16 núcleos considerados vulnerables económicamente, 14 ancianos y varias madres con más de tres hijos.

En las cercanías del politécnico se respiran aires renovadores. Ollagui y los suyos buscan soluciones ante la escasez de recursos; echan mano de la creatividad y, sobre todo, de la solidaridad y la fuerza del barrio.