Las Tunas.- Dicen que después de un gran esfuerzo, la vida, el universo o Dios, premia la constancia y el esmero con una ferviente dicha. Bien lo sabe el joven David Samuel Gómez Chacón, quien luego de jornadas exhaustivas de preparación, obtuvo el segundo premio de la tercera categoría, en la IV edición del Concurso Nacional de Trombón Antonio Linares in memoriam, efectuado recientemente en La Habana.
"Supe del evento por una convocatoria enviada desde la Escuela Nacional de Arte (ENA)", cuenta David, quien estudia el instrumento en la escuela profesional de arte (EPA) El Cucalambé, de Las Tunas. "Los ensayos fueron muy duros, pues era la primera vez que me presentaba a una competición nacional. Tenía sentimientos encontrados, deseos de participar, nervios, ganas de aprender... Enfocarme fue una tarea compleja, pero a la vez, hermosa.
"Además, participaron muchos jóvenes talentosos, que comparten igual pasión. También tuvimos charlas con grandes trombonistas y otros músicos cubanos, recuerdos increíbles, enseñanzas... Si tuviese que resumirlo en una palabra, sería: asombroso".
Narra David que se presentó con tres obras, el Concierto para trombón y piano, de Launy Gröndahl; Estudio sobre Fantasía, de Stojowski, para trombón solo y Fantaisie Variée para trombón y piano. Fue con la última de estas que obtuvo el premio. "Cuando anunciaron los resultados, me invadió una oleada de emociones. La alegría y el orgullo llenaron mi pecho; no podía evitar sonreír, recordar las horas de práctica y dedicación que me condujeron a ese momento. Fue mágico. La música y el reconocimiento se convirtieron en gratitud y esperanza para el futuro. Ha sido una de mis mejores experiencias".
Él agradece también a las personas involucradas de alguna manera con el triunfo. "A mis padres, que me apoyan en todo. A mis profes Roger Meriño y Rafael Vázquez, que me prepararon con paciencia y dedicación, que depositaron en mí tiempo y confianza. A los amigos, principalmente, a mi acompañante, la pianista Katherine de la Caridad Segura, quien estuvo a mi lado en el certamen y supo comprenderme", expresa con mirada de gratitud.
"Ahora estoy enfocado en mi graduación, que constituye el final de una linda etapa, pero también el comienzo de una mejor. Tengo en mente seguir mis estudios en el Instituto Superior de Arte y superarme como músico y persona", comenta el estudiante de cuarto año de la especialidad de Trombón.
Lo gratificante de alcanzar nuestras metas no es solo llegar al éxito, si no ver materializados el esfuerzo y tiempo empleados en el proceso. Este muchacho nos enseña que el verdadero premio es disfrutar de cada paso del camino.
