Las Tunas.- El periodista Juan Emilio Batista Cruz, Premio Provincial Por la Obra de la Vida Rosano Zamora Paadín falleció hoy, a los 79 años de edad.
Nació en Victoria de las Tunas el 9 de octubre de 1942, en el seno de una familia humilde, encabezada por su padre, Juan Batista y su madre, Fe Cruz, ama de casa. Era el mayor de seis hermanos. Sufrió las privaciones propias de los pobres en la Cuba prerrevolucionaria y solo alcanzó hasta el quinto grado en la escuela pública llamada Seis Aulas, en su ciudad natal. Pudo hacerse mecanógrafo con solo 14 años, en 1957, por el gran esfuerzo de su progenitora.
De pequeño, y con el deseo de apoyar económicamente a su familia, realizó múltiples labores. Siempre tuvo inclinaciones por escribir composiciones y obtuvo premios en concursos sobre la obra martiana, cuando cursaba el cuarto grado y participaba de manera sistemática en los llamados actos cívicos de los viernes, en los que también declamaba poesías. Por su destacada participación en las actividades patrióticas y el rendimiento académico, integró el Grupo Infantil Martiano en cuarto grado y la Legión Maceísta en quinto.
Fue un destacado jugador de béisbol en su etapa infantil y en la Liga Local de Los Cubanitos en 1957 guió al equipo La Equitativa-Hatuey al título, por su trabajo como lanzador que le permitió obtener ocho victorias frente a un solo fracaso.
Tuvo el honor de ser fundador de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI). Cursó estudios de 45 días en marzo y abril de 1962 en una Escuela Básica de Instrucción Revolucionaria (EBIR), en Abreus, y en ese período asistió como delegado a la Asamblea Provincial de la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR) efectuada en el teatro de la Universidad Central de Las Villas, en Santa Clara, en la cual surgió la propuesta de cambiar el nombre de AJR por el de Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).
Durante todo ese tiempo no dejó de practicar el béisbol, primero como integrante del equipo del Central Guillermo Moncada y luego en el de su centro de trabajo, campeón en dos torneos municipales de segunda categoría.
En la emisora, bautizada posteriormente como Radio Victoria, laboró de periodista, locutor, narrador deportivo y actor hasta 1970, y en 1971, por otra decisión del Partido, fue ubicado como redactor del semanario regional El Forjador. Ya en 1969 había aprobado un curso de nivelación, en 1970 el preparatorio de Humanidades de la Universidad de Oriente y en 1971 comenzó la carrera de Licenciatura en Periodismo por curso dirigido hasta su terminación en 1975, que recibió su título en la llamada Graduación Primer Congreso del Partido.
Tras su titulación fue designado director del Semanario que había adoptado el nombre de Veintiséis en 1972 con la creación del denominado Territorio Tunas, en la misma extensión geográfica que exhibe hoy la provincia de Las Tunas, surgida con la nueva división político administrativa del país.
En esas funciones se mantuvo hasta agosto de 1977, cuando fue seleccionado por la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) para participar en el curso de Ciencias Sociales para Periodistas, de un año de duración en la escuela superior del Partido Ñico López. El 26 de julio del año 1978, se fundó el diario tunero 26, sucesor del Semanario que él había dirigido. Al regresar del Festival ocupó la jefatura de Redacción y aproximadamente un año después, por problemas de salud, se liberó de algunas responsabilidades al situarlo al frente del equipo de Corresponsales, Colaboradores y Atención a Lectores, aunque siguió como lo había hecho desde el principio, apoyando la sección Deportivas y las transmisiones de la emisora provincial por su permanente vocación en este sentido.
Cumplió misión en Angola desde octubre de 1982 a septiembre de 1983, como reportero del semanario Verde Olivo, en la que tuvo la gran oportunidad de recorrer 14 de las 18 provincias de ese hermano país africano. Fue el más destacado de los reporteros del equipo durante toda la misión y en ese tiempo mantuvo en su Periódico de Las Tunas, dos secciones: Tuneros en Angola, con entrevistas a coterráneos que realizaban tareas civiles en la reconstrucción de aquel país y Crónicas desde Angola, con reseñas de las diferentes provincias angolanas, sus características económicas, geográficas, étnicas; su cultura y su historia.
Entre las diversas medallas y condecoraciones ostentaba la Distinción Félix Elmusa, de la UPEC, en 1984; la Distinción Raúl Gómez García, del Sindicato de Cultura, en 1986; y la Medalla Conmemorativa de la Alfabetización, en 1997.
Desde las 10:00 de la mañana, la Casa de la Prensa, en la calle Lico Cruz, número 202, en esta ciudad, mantiene abierto un libro de condolencias para que amigos, colegas y aficionados digan el último adiós al fundador del periodismo revolucionario, al apasionado defensor del deporte, al amado hijo de Las Tunas.
