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paciente montando a ambulancia aérea colaborador de Puerto Padre

Puerto Padre, Las Tunas.- A lo largo de seis décadas, la colaboración médica cubana ha esparcido miles de batas blancas por las diversas latitudes. En esos sitios donde la pobreza dibuja el horizonte y la desigualdad social se atraganta en el desarrollo de las comunidades, la sapiencia de los profesionales de Salud transmite luz con escasos recursos y el calor humano como estandarte.

doctor José Pérez Pérez especialista en Cuidados IntensivosDesde noviembre del 2020 un puertopadrense, aún con mascarilla y el resto de protocolos correspondientes, respira el aire de Mozambique. El doctor José Pérez Pérez, especialista en Cuidados Intensivos, vela por el bienestar de los demás, mientras, los retos cotidianos tejen las más sublimes historias.

“Enfrentar otra cultura, una manera diferente de vivir, de encarar los conceptos de vida y muerte ha sido muy violento para mí. El continente africano es fuerte en todos los sentidos, desde el clima hasta las tradiciones. La incultura lleva a los pobladores a alejarse de los estilos saludables y desencadenan enfermedades muy graves en edades tempranas; resulta impactante observar a una persona de 18 años de edad con una hipertensión arterial o diabetes en estados severos. Al igual, las pacientes maternas despliegan las afecciones con el mayor espectro clínico que se pueda describir. África ha sido una escuela, sobre todo para los médicos jóvenes como yo, pues la falta de recursos en las instituciones públicas convierte al trabajo en una tarea muy intensa y exigente”.

Para Cheo o Cheito, como le conocen en el Hospital General Docente Guillermo Domínguez, la primera misión internacionalista deparó un cúmulo de emociones, luego del golpe de estado desencadenado en Bolivia contra la presidencia de Evo Morales. Las circunstancias trazaron la próxima para en Mozambique, donde los desafíos constituyen eternos acompañantes.

“La vivencia más impetuosa estuvo en un transporte sanitario aéreo, es decir, tuve que viajar en una aeroambulancia sudafricana a una provincia que se encuentra a cuatro kilómetros de vuelo para rescatar a una colega cubana que estaba con insuficiencia respiratoria. Bajo estas condiciones críticas ventilatorias, trasladamos a la doctora hasta la capital, Macuto, donde evolucionó de manera satisfactoria a la operación. En la actualidad, la santiaguera está en Cuba, pese a padecer las secuelas del coronavirus, al recurrir varios días a los instrumentos de ventilación, presenta una total recuperación”.

Apegado a las raíces, incontables razones le brindan la oportunidad de viajar a los suyos a través de los recuerdos. La añoranza; sin embargo, poco puede hacer ante las obligaciones. Aun así, el galeno confiesa que “cuando se está lejos de Cuba se extraña mucho, a la familia, el barrio, la casa, los vecinos, compañeros de trabajo, el ambiente laboral; en fin, todo se extraña porque es una sociedad muy diferente. Siempre queda la necesidad de pensar en nuestro país, además del deseado reencuentro”.

Las facilidades de Internet cimentan un puente desde la Villa Azul hasta las coordenadas de José, quien, con genuina expresión de humildad, agrupa conocimientos en aras de regalar el tesoro del día siguiente.