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Las Tunas.- Con un enardecido mítin, una amplia representación de los trabajadores del Hospital General Docente Doctor Ernesto Guevara de la Serna, de Las Tunas, transmitió un mensaje alto y claro de que la soberanía nacional no es negociable, en respuesta a los planes desestabilizadores aupados por los ideólogos del imperio en su enfermizo afán de destruir la Revolución.

Varios oradores subieron al improvisado podio frente a la más importante institución sanitaria de este territorio oriental y se hicieron eco de la declaración de la Central del Trabajadores de Cuba, que denuncia esos macabros propósitos del imperialismo yanqui, “sustentados en una campaña mediática que trata de imponer una matriz de opinión dirigida a deslegitimar la gobernabilidad de la Revolución Cubana”, resalta el documento que el movimiento sindical hizo público.
En el texto, la dirección de la clase obrera alerta que: El Gobierno de Estados Unidos está empeñado en provocar un estallido social en Cuba, a partir del recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero y la adopción de 243 medidas dictadas durante la Administración de Donald Trump, las que obstaculizan el avance de los programas de desarrollo del país, afectando sensiblemente el bienestar de los trabajadores y su familia.
Y como respuesta: “No vamos a permitir que nadie mancille nuestra Revolución. Estamos aquí para decir NO a la propuesta de intervención humanitaria que todos sabemos termina en intervenciones militares que atentan contra los derechos, la soberanía y la independencia de las naciones”, enfatizó el doctor Henry López Jiménez, director de la instalación asistencial.
Con esas palabras, el también especialista en Neurocirugía resumió el sentir de los trabajadores frente a las provocaciones de apátridas que pretenden socavar la unidad del pueblo y el orden en Cuba, alterar la tranquilidad ciudadana y destruir el sistema social que propugnamos.
López Jiménez, recordó los más recientes logros de nuestros científicos en tiempos de recrudecimiento del bloqueo y de la pandemia y enumeró, entre muchos ejemplos, los cinco candidatos vacunales y la producción de ventiladores pulmonares para los pacientes críticos, con los que han contribuido a suplir esos medios, cuya adquisición en el mercado internacional el bloqueo obstaculiza como otros recursos e insumos imprescindibles en la gestión de la letal enfermedad.
El directivo enfatizó que en medio de la difícil coyuntura actual continúan la formación de recursos humanos, el proceso docente-educativo, las investigaciones científicas, las aplicaciones de las especialidades… y “eso no va a parar nunca. Nadie impedirá que sigamos avanzando”, sentenció.
También refirió algunas de las adversidades que nos afectan, pero resaltó que a pesar de esa situación el país prosigue con los programas de vacunación que mantienen erradicadas más de 14 enfermedades trasmisibles y la inexistencia del Sida y la sífilis congénitas, entre otros significativos éxitos como la reducción de la mortalidad por diferentes causas en los menores de 60 años de edad, eso y mucho más gracias a la obra de infinito amor por la vida fundada por la Revolución y su Gobierno.
Otros representantes de diferentes especialidades médicas y de enfermería reafirmaron la decisión colectiva de enfrentar las provocaciones de los apátridas, tanto las campañas mediáticas mentirosas como sus acciones vandálicas.
El doctor Marcos Pérez Díaz, especialista en Medicina Intensiva y Emergencia, exaltó: “nosotros, los mambises del siglo 21, los integrantes del ejército de batas blancas, nos comprometemos a seguir, como lo hemos hecho hasta ahora, rodilla en tierra en zona roja combatiendo esta pandemia, tanto en Cuba como en otros pueblos que necesiten el concurso de nuestros modestos esfuerzos”.