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heberprot p

La Habana.- Cuando se habla con cualquier científico cubano relacionado con el desarrollo, creación y aplicación del Heberprot-P, destinado al tratamiento de pacientes con úlceras del pie diabético en estados avanzados, todos coinciden en una palabra: único.

Y no es para menos; es cierto que constituye el único en el orbe capaz de estimular la granulación y la reepitelización aceleradas en úlceras del pie diabético y reduce el tiempo de cicatrización de estas lesiones, con lo que disminuye el número de desbridamientos y el riesgo de amputación.

Aunque su efectividad ha sido demostrada durante más de 20 años y unos 26 países lo han registrado, lo cual ha favorecido la calidad de vida de casi 450 mil personas, este hito de la ciencia cubana se renueva para convertirse en un mejor aliado de los pacientes.

Eduardo Martinez 1536x1290El presidente del Grupo Empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba, Eduardo Martínez, destacó recientemente, en declaraciones a Avances Médicos, que todavía no existe otro producto en el mundo como el Heberprot-P.

“Tenemos que decirlo con sencillez, pero es la realidad: es el único que logra evitar que un paciente diabético termine con una amputación a pesar de tener úlceras en estadio 4 o 5 en la escala de Wagner”, afirmó.

La escala de Wagner-Merrit constituye la base para el plan de tratamiento de las úlceras del pie diabético. Según el grado en que se encuentre la afección, nos dará información sobre la gravedad, profundidad, infección y gangrena.

El Heberprot-P se aplica tres veces a la semana en la úlcera, y se infiltra la molécula vía inyección. Cuando se logra la granulación, o sea, que el tejido casi muerto vuelve a revivir, las próximas aplicaciones comienzan a doler al paciente, explicó Martínez.

Por ello estamos tratando de lograr nuevas formulaciones para reducir el número de veces que el paciente tiene que ir a la clínica a recibir el medicamento.

“El producto está en microesferas o nanovesículas, protegidas de las proteasas que existen en la región dañada y, por lo tanto, dura más la molécula en el sitio donde actúa y se reduce la cantidad de aplicaciones necesarias”, indicó.

Resaltó, además, que “mejorar la efectividad del Heberprot-P no es fácil porque ya es muy efectivo”, pero con la nueva forma farmacéutica se espera que los resultados sean superiores a los del medicamento en su aplicación actual.

El compuesto está previsto para ser fabricado en las plantas del Complejo Industrial Biotecnológico Mariel, inaugurado el pasado 2 de noviembre en esa Zona Especial de Desarrollo.

“Una de esas novedosas aplicaciones se realizó en colaboración con instituciones de España, y contamos con los acuerdos necesarios para emplear tecnología que nos va a permitir producirlas”, apuntó Martínez.

Por su parte, la directora general del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba (CIGB), Marta Ayala, recalcó que la comunidad científica ha trabajado durante años en el desarrollo de otras aplicaciones del medicamento.

“Esas labores ya avanzaron y se pretenden utilizar ya sea por la vía local en la herida o en una combinación de las formas inyectables, a fin de mejorar la liberación del principio activo en la zona de la lesión y disminuir la cantidad de aplicaciones”, indicó.

El tratamiento para la úlcera del pie del diabético con Heberprot-P consiste en administrarlo a razón de 75 µg, diluido en cinco mL de agua para inyección, tres veces por semana, por las vías perilesional e intralesional.

El fármaco, elaborado por el CIGB, contiene como ingrediente activo el factor de crecimiento epidérmico humano recombinante, un péptido de 53 aminoácidos que cuando se acopla a su receptor activa el metabolismo anabólico, lo que promueve la síntesis de aminoácidos y de proteínas y, como resultado, se obtiene la división celular.

Fue en 1994 cuando el científico cubano Jorge Berlanga, integrante del grupo de Cicatrización del área de Investigaciones Biomédicas de ese centro, desarrolló un modelo en ratones para estudiar el uso del factor de crecimiento epidérmico en el manejo de la neuropatía, una de las complicaciones de la diabetes.

Las investigaciones hasta el 2001 se dedicaron a demostrar la eficacia y bioseguridad de la nueva terapia en animales, comparando las ventajas que representaba inyectar el factor de crecimiento epidérmico contra aplicarlo tópicamente en las heridas.

Desde 2001 hasta 2005 se iniciaron y concluyeron los ensayos clínicos II y III en diferentes centros del Sistema Nacional de Salud. Ya para 2013 el medicamento se incluyó dentro del cuadro básico de medicamentos y prácticamente desde esa fecha hasta nuestros días ya es una norma su uso generalizado dentro del país.

Actualmente, más de 450 unidades de Salud en Cuba, pertenecientes a la Atención Primaria, Secundaria y Terciaria, aplican a sus pacientes la terapia con Heberprot-P, que ha beneficiado a unos 90 mil cubanos.