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1 Gilberto E

Las Tunas.- No lo conocí, murió un año antes de que yo naciera. Miro su foto como al abuelo que habla desde el sepia profundo de la imagen, desde la convicción que emana de sus ojos y que, seguramente, vertió en papel. Y lo leo, por supuesto (¿qué mejor manera de conocerlo?). Gilberto E. Rodríguez (Las Tunas, 1908-1989), el Poeta Mayor del Siglo XX en Las Tunas, ese que dijo: "Siempre estaré / donde la primavera diga su palabra florida (…). Allí donde la patria sea un alero / abierto para el nido de la paloma popular". 

Un rápido periplo por su poesía demuestra dominio de varias formas estróficas (décima, verso libre, romances, tercetos, quintetos...), sin embargo, es el soneto su más fiel compañero. "Tú estabas en la luz, amplia y precisa / como la luz preciosa de un lucero, / y en la muda distancia del sendero / jugueteaba el gorrión de tu sonrisa. / Tú estabas en la luz, presa en la brisa / fugitiva de un puerto marinero, / y yo te dije adiós con el sombrero, / el adiós musical que se improvisa". (Canción para un amor inolvidable). Gilberto E

La escritora e investigadora Maritza Batista señala en su ensayo Gilberto E. Rodríguez, el poeta del siglo XX en Las Tunas: "Se distingue su poesía por la elegancia de versos hechos con un exquisito cuidado y toda rigurosidad, de manera que tener sus libros es disfrutar de una buena lectura, adquirir una cultura literaria y yo, como en otras ocasiones, insisto en su sonetario Migajas de luz. Con este libro resulta innegable lo que reiteran los poetas tuneros: es el sonetista mayor, sabía cómo empezar un soneto para atrapar a su receptor y al finalizar ahí estaba el broche perfecto, no había que aspirar a más, quedaba dicho lo necesario, sin oscuridad alguna y sí con múltiples rayos de luz". 

El amor y otras pasiones humanas le despiertan la lira, que cabalga más allá, al interior del pecho. También le canta a varios de nuestros adalides, figuras como José Martí, Vicente García y Antonio Maceo, hombres de fuego y conciencia. Este último, por ejemplo, inspiró versos al estilo de: "Y se va por la ruta de los vientos / huracán de la guerra, no podía / escuchar el Titán más sinfonía / que aquella que solfeaban sus tormentos". Vislumbra también una preocupación por el entorno social, una rebeldía contra las desigualdades, alma de pueblo.

"Su poesía es permanencia y fidelidad a un ideal estético, desde el origen hasta las últimas circunstancias. El desnudar la realidad para vestirla con sueños y nuevas realidades es centro mágico de su creación. El lenguaje permeado por el romanticismo, se halla más acá, fundamentalmente junto a los brillos y esencias de la imagen postmodernista, el regusto por la palabra, búsqueda y novedad en las estructuras léxicas, construcciones iluminadas, la tropología tradicional con frescos aires de modernidad y elegancia", profundiza el escritor, investigador y crítico Antonio Gutiérrez en su libro Un poeta cerca del olvido (editorial Sanlope, 2003), texto premiado con la Beca Gilberto E. Rodríguez 2001.

Al decir de este autor, su poema más popular es Confidencia, en el cual confiesa que algún día plantará "la tienda / sobre la tierra de cualquier paraje", y -luego- concluye: "¡Allí eternizaré mi fantasía, / fumando picadura de poesía / en la fragante pipa del paisaje".

Montaraz (su seudónimo), graduado como periodista en el colegio nacional de periodistas Márquez Sterling, publicó varios libros de poesía, entre los que figuran 25 poemas (1945), Sementera (La Habana, 1949), El libro de las cien décimas (edición póstuma, 1991), La hora sin pájaros (1997) y Canto redondo (2008).

"Esta producción poética, avalada por su calidad, le permitieron a Gilberto, fundador de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en nuestro territorio, alcanzar reconocimientos como: las placas Mayor General Vicente García y El Cucalambé; así como el Premio Por la Cultura Rosano Zamora Paadín y recibir la Réplica de la Pluma de El Cucalambé", señala Maritza Batista.
Gilberto4Según Antonio Gutiérrez, fue un admirador de la obra cucalambeana e, incluso, varios de sus premios periodísticos los ganó con el tema del bardo tunero. "Un poeta tan apegado al terruño era lógico que escribiera décimas propias de su identidad, disfrútese este amanecer cubanísimo a ritmo octosilábico en su Paseo matinal: 'El fino clarín de un gallo / rompe el silencio, la aurora / con su lámpara guiadora / nos da sonoro, ¡buen día! / mientras suelta su armonía / la palma susurradora'. 

"También incluye el color local y el canto homenaje a su coterráneo, al más grande cultor de la décima popular escrita en hispanoamérica en el siglo XIX, Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé (Las Tunas 1829-Santiago de Cuba 1861) cuando 'y bajo el dagame en pie' glosa los versos del bardo: 'a la orilla de un palmar / Que baña el fértil Cornito' en su poema Canción de acento montuno borracho de clave y son", agrega el estudioso.

Igualmente, fue Miembro de Honor del taller literario El Cucalambé e integró la Uneac. Además, publicó en diferentes revistas y periódicos.

"Y así Gilberto era alguien como un rey para el séquito de escritoras y escritores del municipio cabecera. Con razón era admirado (...), su lenguaje connotativo, espontáneo y fluido, desbordaba el buen uso de recursos literarios como paradojas: 'Y serás para siempre / órbita donde despierto mi sueño se engalana'; metáforas: 'Regocijo maduro bañándose en mis ojos'; personificación: 'En la rosa que sueña que la desnuda el agua'; símil: 'Como un río de inquietas corrientes virginales / fui descalzo al encuentro de horizontes maduros'", resume Maritza Batista.
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Miro otra vez la foto en sepia, que habla de carácter y sencillez encontrados. Parece que "el caracol del viento me ofreció tu homenaje". Me alegra que la XXXI Feria del Libro en la provincia (16 al 19 de marzo del 2023) haya decidido honrarte. Lamentablemente aún no te conocemos lo suficiente. Ojalá estas migajas de luz sirvan un poco a este propósito.

Gilberto Rodriguez 3