Las Tunas.- Hachas, no aguijones, habrá en la final de la Tercera Liga Élite del Béisbol Cubano, luego de que este miércoles, en el estadio Julio Antonio Mella, los Leñadores de Las Tunas vencieran 10 carreras por seis a las Avispas de Santiago de Cuba en el sexto partido de la semifinal.

Contrario a lo ocurrido en los encuentros previos de estas "semis", los tuneros tuvieron que remontar una desventaja de cinco anotaciones y lo hicieron con madera firme y espíritu inquebrantable. Y no fue un viaje sereno. Fue drama, nervio y bravura, contra Santiago, su conga y su enjambre rebelde.

Cinco carreras en la tercera entrada. Silencio, desconcierto. Murmullos en las gradas. Pero al otro lado del diamante estaba ese equipo implacable que aprendió a vivir en el filo del cuchillo. El mismo que ya sabe lo que es reinar en tres series nacionales, el mejor de los últimos años en Cuba, como lo proclama ya hasta el que no los quiere.

"Son unos guerreros", así calificó a los suyos el líder de la cuadrilla, Abeisy Pantoja. Con cinco carreras de desventaja en el banco de la banda izquierda no se hablaba de otra cosa que de la remontada, relató a la prensa. "Del público solo esperamos el apoyo a un equipo que lleva años dándoles muchas alegrías. En la final, daremos lucha también", aseguró.

Con el abridor Jesús Enrique Pérez fuera del juego temprano, el alto mando local no tembló y movió sus piezas con sabiduría. Apostó a su bullpen, y este respondió. Wilson Paredes entró como un rescatista de leyenda, y ayudado por una buena dinámica defensiva, apagó el fuego y devolvió la fe. Tres entradas y un tercio que valieron un capítulo en cualquier epopeya. Luego, Ferráz, Díaz y Duardo -guerreros silenciosos- fueron cerrando la puerta a la rebelión oriental; aunque vale aclarar que el bullpen fue todo actividad, pues otros más salieron a calentar el brazo a sabiendas de lo que significaría llevar el play off a un séptimo partido.

En el sexto episodio todo cambió. Los hilos invisibles de la épica comenzaron a tejer el relato. Seis carreras como un vendaval, como un recuerdo de quien manda en casa. Ahí vimos a los Leñadores que todos queremos; esos que no solo apuestan por los swines de largo alcance, sino también a ganar una base más cuando el rival se descuida.

Luis Vicente Mateo, el que ya había abierto el grifo con un doble, volvió a golpear, esta vez con triple demoledor que trajo dos más al plato.

Se desató la euforia, y los maderos empezaron a bailar con la música del alma. Y en medio de ese huracán estuvo el capitán, el eterno, el infalible Yosvani Alarcón. Cuatro turnos, cuatro jits, dos dobletes. No jugó. Gobernó.

Y así fue, mientras las Avispas revoloteaban en busca de otra remontada de las suyas, las mismas que casi les dan esta semifinal. Pero esta vez el cielo, cómplice, se negó.

Se nubló, sí; amenazó lluvia, mas, era el día de los Leñadores, ese de los que creen, incluso cuando todo oscurece. El día de una ciudad que vive el béisbol como un ritual, de un equipo que ya es mucho más que eso: es símbolo, bandera, corazón colectivo.

LO POSITIVO

La capacidad demostrada de no amilanarse ni en los peores momentos. Así fue en el intimidante "Guillermón Moncada" santiaguero, y también en el "Julio Antonio Mella", responder rápido con anotaciones, incluso que no significaran el empate, pero que sí enviaban una señal de vida al rival.

Siempre que Yosvanis Alarcón batea el equipo gana, se comenta entre la afición tunera; y parece cierto. No solo por su turno de responsabilidad, sino por los "galones" dentro de la cuadrilla; un buen desempeño suyo empuja a los demás. Desde esta semifinal el jobabense integra el selecto club de tuneros con 200 jonrones o más en campeonatos domésticos.

Este miércoles los Leñadores fueron agresividad en el corrido de las bases y eso rindió frutos. No todo puede ser batazos de largo metraje, a veces apelar al juego "vivo", ese que desconcierta al oponente, funciona también.

Hasta el lunes pasado Las Tunas había permitido 28 carreras a partir de las séptimas entradas en estos juegos contra Santiago; en el sexto desafío, solo una. La mejoría de los relevistas fue evidentísima. Algo que deberá seguir como tónica en la final ante Ciego de Ávila.

Aunque en su momento conectó un jonrón importante para los suyos, los serpentineros tuneros dominaron a Eduardo García, en la mayoría de las ocasiones en las que vino al cajón de bateo con corredores en circulación.

LO PREOCUPANTE

Siempre que Santiago de Cuba embasó a su primer hombre iniciando entrada, hubo problemas; y el partido de este miércoles no fue la excepción. Como tampoco que, a cada imprecisión defensiva, le sucedió no una, ¡sino varias! anotaciones del rival.

LO INTERESANTE

El encanto del "bosque": de los últimos 20 desafíos de postemporada dirimidos por los Leñadores en el "Julio Antonio Mella", solo han perdido tres. "Aquí jugamos con más confianza", opinó el mánager verdirrojo. Este no es un dato menor de cara a la fase final, pues ante los Tigres de Danny Miranda Las Tunas solo tendrá tres juegos como local. De modo que tocará hacer la tarea también como visitante; y lo visto en el "Guillermón" santiaguero, una plaza exigente, a lo sumo demuestra que los del Balcón de Oriente tienen armas suficientes para hacerlo.

Por primera vez en tres encuentros, Las Tunas no pisó el home en el inning de apertura. Esta vez fueron las Avispas de Santiago de Cuba quienes abrieron el marcador en una tercera entrada, en la que se acudió al videoarbitraje dos veces.

El pass ball de Yosvanis Alarcón en el tercer inning del sexto juego fue el primero y único de toda la semifinal.

El sexto partido fue el exclusivo en el que ninguno de los dos equipos conectó cuadrangular.

Todos los juegos se decidieron por cuatro carreras o menos; de hecho, la mayoría, cuatro, por apenas una; a eso súmese que tres se definieron en entradas extras; todo lo cual dice claramente la paridad que primó entre ambos contendientes.

Con este triunfo Las Tunas puede preciarse de haber vencido, al menos en semifinales de clásicos domésticos, a los llamados "cuatro grandes" de la pelota cubana: a Villa Clara en la final de la Serie Nacional 58; a Industriales, primero en las "semis" de la Serie Nacional 57 y luego en play off conclusivo de la 62; a Pinar del Río en la final de la Serie 63; y ahora a Santiago, a quien, si bien ya le había ganado en los "cuartos" de la Serie 60, en este momento lo hace en una instancia superior.