Las Tunas.- Este domingo fue memorable para los amantes de la música cubana. Cuba conquistó el Récord Mundial de Bailes Populares y Deportivos Cubanos, al aportar la mayor cantidad de ruedas de casino (142) y personas bailando al unísono (dos mil 946), "un hecho trascendental, muestra de la cultura, identidad y alegría de nuestro pueblo", como expresó el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, en su cuenta de X.
Según informó Marianela Ramírez, comunicadora del Centro Provincial de Casas de Cultura (CPCC), en nuestra provincia participaron siete ruedas de los municipios de Las Tunas (Renacer de Lírica, Danza Show, Etecsa Dance, entre otros colectivos), Amancio (Fusión Cubana), Manatí (Impacto) y Jesús Menéndez (Jóvenes Por la Vida). "En total, se insertaron 86 personas al reto, que cumplieron en solo nueve minutos", dijo.
En el Balcón de Oriente, la lluvia no pudo impedir que se cumpliera la encomienda, para lo que cual llevaban meses de ensayo sus protagonistas. En el municipio cabecera, se materializó en la Plaza Cultural y la Casa del Joven Creador, ambos sitios ubicados en el centro histórico. En general, entre las cofradías involucradas en la provincia destacó la rueda Fusión Cubana, de "Amancio", compuesta por el club de casino Me Dicen Cuba y el grupo danzario Paso Libre, el cual representó a Las Tunas recientemente en el Festival Regional Oriental de Casino, acaecido en Santiago de Cuba.
Así, ni las condiciones atmosféricas pudieron arrebatar la alegría de artífices como el metodólogo de Danza en la provincia, Ángel Orlando Matos, que llevaban tiempo soñando con tal logro, respondiendo al llamado del Proyecto Internacional Retomando el Son Bailando Casino (recordista mundial en Venezuela, año 2022), que dirige Luis Llamo. Una bonita manera de celebrar -además- el Día del Son Cubano, por celebrarse el 8 de Mayo.
El casino es un baile nacido en Cuba a finales de la década de los 50, que refleja con fuerza el carácter de nuestro pueblo. Su sabor criollo, elegancia, libertad de movimiento, integración entre los bailarines y otros aderezos le han hecho formar parte de una tradición empoderada en nuestras fiestas populares. Este récord mundial reafirmó su arraigo popular y tributa, asimismo, al anhelo por que el son se convierta en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
