• Cada 3 de Diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas en Situación de Discapacidad. 26 les acerca a algunas historias especiales
Las Tunas.- Margarita Josefa Ballar Periche, con su turbante blanquecino y su piel de ébano, me traslada a las raíces de nuestra identidad, a la esencia de la mujer criolla. Desde una silla de ruedas aplaude a los creadores que le regalan su arte precisamente allí, en la sede tunera de la Fundación Nicolás Guillén. La acompañan su hija Mailet Margarita Montero y su nieto, Leandro Jesús.
Se trata de la peña De qué callada manera, que tradicionalmente acoge la institución con nombre de nuestro Poeta Nacional, la cual se sumó a la Jornada de Equiparación de Oportunidades, promovida por la Asociación Cubana de Personas con Discapacidad Físico-Motora (Aclifim), entre el 27 de noviembre y el 3 de diciembre, este último Día Internacional de las Personas en Situación de Discapacidad.
PIEL ADENTRO
Josefa me sonríe un poco escéptica ante la grabadora, pero enseguida se relaja un poco. Me cuenta que le encanta la poesía e, incluso, en no pocas ocasiones ha compartido con el nieto creaciones de este tipo. "Hace cinco años que integro la Aclifim. Aquí me siento apoyada y comparto con colegas", confiesa. Óscar Téllez Acevedo, presidente de esa institución en el municipio de Las Tunas, reafirma que es una de las mejores coordinadoras de la organización de base que existen en el territorio cabecera. Sobre esa labor, circunscrita al Consejo Popular 18 del reparto Santos, explica ella: "Visito a las personas, les cobro la cotización, veo cómo se sienten y qué necesitan. Están satisfechos con mi trabajo y yo soy feliz en el proceso".
Roberto García Acosta, por su parte, realiza esta faena, pero en el Consejo Popular 17 del reparto Aguilera. "Llevo varios años asumiendo cargos dentro de la organización. Ahora atiendo a alrededor de 70 personas. Es un trabajo muy humano. Aunque carecemos de recursos, tratamos de ayudarlos en lo que podamos; por ejemplo, les damos prioridad a la hora de realizar una cola, contribuimos en la medida de lo posible a arreglar su vivienda...", afirma. Y menciona con orgullo cómo algunos de sus integrantes son aficionados a la artesanía y otras expresiones artísticas, que comparten desde la comunidad.
Mirtha Asia Ramírez Rodríguez, en cambio, desempeña esa responsabilidad, pero en el reparto Aeropuerto. Desde su experiencia, nos comenta: "Como coordinadora llevo 14 años. Es algo hermoso. Los visito con frecuencia, les realizo actividades, me preocupo por ellos... También atendí por seis años las esferas de Cultura y Educación en la Dirección Municipal de la Aclifim. Antes de integrar esta organización tenía la autoestima baja, creía que no servía para nada. Hoy estoy activa, tengo ánimo y soy útil. Ahora sé que sí se puede... ".
Ella vive con la enfermedad miastenia grave y por un buen tiempo estuvo prácticamente postrada. Pero hoy su realidad es diferente y, desde su trinchera, contribuye a que otros descubran la alegría de vivir. "La Aclifim para mí es todo. Gracias a ella me siento revitalizada", resume.
SIN BARRERAS
Óscar Téllez Acevedo dirige la Aclifim en el municipio cabecera. De vez en cuando lo he visto en su sede, cercana a la Plaza Martiana, entre documentos y pláticas con diferentes afiliados. Unas muletas acompañan sus andares. Es de diálogo límpido y de escribir similar. Hasta ha colaborado con publicaciones.
Sobre su trabajo, expresa: "El Séptimo Congreso de la Aclifim, celebrado en octubre pasado a nivel de país, ha fortalecido la organización. Nos permitió mirarnos por dentro, visualizar fortalezas y debilidades. Las estructuras de base ahora se muestran más sólidas. Tenemos muchos líderes en las comunidades, una de nuestras prioridades. Buscamos integrar plenamente a las personas en situación de discapacidad en la sociedad, esa es una misión primordial.
"Aquí, en el municipio, cerramos con dos mil 440 asociados, entre niños y adultos. Nuestro deber es que se sientan representados. Nos hemos acercado a la casa de cultura Tomasa Varona porque nos interesa fortalecer el trabajo con nuestros artistas aficionados, que se hagan más visibles en diferentes escenarios. La pandemia de la covid-19 paralizó muchos proyectos y la situación económica que vivimos también complejiza las acciones, pero queremos darles vida a nuestros festivales y motivar más a los afiliados".
El directivo también enuncia la necesidad de lograr mayor reconocimiento social. "La persona con discapacidad no vive a expensas de la situación que presenta. Nadie quiere pasar por esto, pero -ya que es inevitable- hay que afrontarlo con valentía y aportar, desde nuestra condición, a la sociedad", agrega él. "La Aclifim debe interesarles a todos. Hay que intencionar -por ejemplo- que se eliminen las barreras arquitectónicas. Los proyectos que se hagan en la ciudad deben tener eso presente", afirma Roberto.
Oscar se refiere -además- a las "barreras psicológicas" que enfrentan a veces. "Puede ser una palabra fea o despectiva, un mal gesto o conducta. Debemos de tener empatía, ponernos en el lugar del otro. Quítame la 'dis' y dame 'capacidad'. Necesitamos más acompañamiento de las diferentes instituciones, partiendo de las máximas autoridades de la provincia, como plantea la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, de la cual Cuba es firmante", concluye. El periódico 26 se suma al llamado.
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Como ellos, otras personas en situación de discapacidad enfrentan cada desafío cotidiano, con la frente en alto, conscientes de su valor como seres humanos y del regalo que representa la vida. Al verlos en la Fundación Nicolás Guillén, entre sonrisas y aplausos, pensé en lo sabio que resulta acercarnos y sumarlos a las actividades. Necesitamos eso para ser una sociedad plena. Bien dijo el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, recientemente: "Seguiremos defendiendo la inclusión social de todas las personas con discapacidad en Cuba, donde se respeten y garanticen todos los derechos humanos". Y no podemos olvidar que, en esa batalla, todo el mundo cuenta.