Las Tunas.- Entre las actuales acciones que podrían colocar al “Antonio Guiteras” en mejores condiciones de enfrentar la próxima zafra, los especialistas mencionan la posible puesta en marcha de la conductora de agua que se alarga desde la estación de bombeo del otrora central Jesús Menéndez hasta la planta del Coloso.
La obra, valorada en más de 21 millones de pesos, abarca el tendido de una tubería de polietileno estirado de alta densidad (PEAD), de 315 milímetros de diámetro y una longitud de alrededor de 11 kilómetros, de los que ya se han ejecutado cerca de siete.
No obstante a las afectaciones transitorias inducidas por la peligrosa embestida del SARS-CoV-2, sobre todo en los últimos meses, los integrantes de la Empresa de Servicios de Ingeniería Hidráulica de Camagüey, a cargo de la intervención, esperan culminar el tramo restante antes del comienzo de la zafra, según declaró a 26, Fernando Cano Feria, especialista en Inversiones del potente ingenio.
Explicó que, al unísono de ese esfuerzo, también avanzan las gestiones para adquirir los cuatro equipos -faltan tres- que impulsarán el agua que llegará a la estación primaria procedente de la presa Juan Sáez, con suficiente recurso hídrico almacenado para garantizar un suministro estable y seguro durante el proceso industrial de la caña.
La nueva fuente de abasto sustituirá a la presa Copo del Chato, conectada con el río El Chorrillo mediante una corriente hídrica que facilita el traslado del agua a través de su cauce, hasta la actual estación de bombeo, ubicada a poca distancia de la industria.
Un sistema de suministro que, si bien en la primera etapa de explotación cubrió las expectativas, con los años su capacidad se ha visto limitada de manera significativa, debido a las intensas y prolongadas sequías que suelen azotar a Las Tunas, situación agravada por la falta de dragado en la laguna receptora del líquido que posteriormente se bombea.
De manera que cuando se haga realidad la solución de ese viejo problema, los trabajadores del Coloso Antonio Guiteras y de la Unidad Empresarial de Base de los Derivados del mismo nombre -ambos mayores productores de Cuba en sus respectivas categorías- dejarán de vivir con el susto de las posibles paradas fabriles por falta del preciado líquido, como ha ocurrido en otras campañas.