
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, afirmó este viernes que más del 75 por ciento de la población en Gaza continúa en riesgo de sufrir inseguridad alimentaria extrema, pero que la situación de hambruna ha sido "retrasada" gracias al aumento de la ayuda humanitaria.
Guterres señaló que un mayor número de personas puede ahora acceder a alimentos, con la preparación diaria de más de 1,5 millones de comidas calientes y la distribución de paquetes de asistencia alimentaria en todo el enclave.
También destacó avances en el acceso al agua potable, la reapertura de algunos centros de Salud y la rápida respuesta humanitaria tras las recientes tormentas invernales, con la entrega de tiendas de campaña, mantas y ropa.
El secretario general subrayó que estos avances son fruto del trabajo de los actores humanitarios, de los Estados miembros y de una mayor cooperación con el Centro de Coordinación Civil-Militar, pero recalcó que los progresos están en "peligro constante".
Según la ONU, alrededor de 1,6 millones de personas en Gaza enfrentan niveles extremos de inseguridad alimentaria y riesgos críticos de malnutrición.
Guterres expresó su consternación por la magnitud del sufrimiento civil, con familias viviendo en condiciones extremas y niños obligados a dormir en tiendas inundadas, mientras edificios dañados por los bombardeos colapsan debido a la lluvia y el viento.
Asimismo, denunció que los servicios básicos -agua, saneamiento, hospitales y panaderías- siguen luchando por recuperarse debido a la destrucción, la escasez de suministros y las restricciones a la entrada de materiales, y recordó que en más de la mitad del territorio, donde permanecen desplegadas tropas israelíes, amplias zonas agrícolas y barrios enteros son inaccesibles.
Guterres reiteró la necesidad urgente de un alto el fuego "verdaderamente duradero", más pasos fronterizos abiertos, el levantamiento de restricciones a bienes esenciales, rutas seguras dentro de Gaza, financiación sostenida y acceso sin trabas para las organizaciones humanitarias, incluidas las organizaciones no gubernamentales (ONG).
También alertó sobre el rápido deterioro de la situación en Cisjordania, con un aumento de la violencia de colonos, confiscaciones de tierras, demoliciones y desplazamientos forzados.

