Las Tunas.- La noche de este miércoles se vistió de ritmos y esencias latinoamericanas. Hasta el teatro Tunas llegaron artistas de Costa Rica, México y Guatemala, quienes -junto a hijos de esta tierra- protagonizaron el espectáculo Todo mezclado, todo mezclado, como parte de la Fiesta de Raíces y Tradiciones.
Entre los elencos de la localidad figuraron el coro profesional Euterpe, la solista Lays Rodríguez, el pianista Omar Briñones, los hermanos Zabala y el grupo portador de tradiciones Petit Dancé, uno de los colectivos a quienes se les dedica este evento, el más importante de su tipo organizado por la filial tunera de la Fundación Nicolás Guillén (FNG).
Por la parte foránea, compartieron su arte el dúo Bardos, de Costa Rica; el trío Lunalondra, de Guatemala, entre otros. El legado de César Portillo de la Luz, Miguel Matamoros y diferentes autores cubanos y universales, latió también en las actuaciones de intérpretes mexicanos, fervientes defensores el bolero.
"Yo te mostraré mi Patria; dame una oportunidad", dijo el dúo Bardos en una canción repleta de amor nacionalista. "Derrama tu luz en mí, bendíceme madre", pidió a viva voz la solista Viviana Ochoa Mendoza del catálogo de la empresa comercializadora de la música y los espectáculos Barbarito Diez, en tributo a nuestros orishas. Bailarines del patio también mostraron el sincretismo; en el vaivén de sus brazos y cuerpos, en general, recordaron el cimarronaje, parte de nuestro crisol de identidad.
En las presentaciones escuchamos términos propios de otras naciones; aprendimos con el dúo Bardos -por ejemplo- sobre canciones llamadas "bombas", especies de coplas que expresan con picardía el sentimiento patriótico, el amor y otros temas. Allí se escuchó, a través de la magia de la música y, en algunos casos, la declamación, hablar sobre candanga, tica y otros términos de países hermanos.
Volvieron los versos de Martí a arrullarnos el alma y sentimos muy viva, al calor de la hermandad de los pueblos, a La niña de Guatemala. Fragmentos del himno nacional de la tierra del quetzal y la marimba también se escucharon en la ocasión; ni los problemas con el audio in situ pudieron opacar la impresión que Las Tunas va dejando en los visitantes. "Nos llevamos de Cuba increíbles experiencias de gente talentosa, académica, linda…", dijo uno de los integrantes de Lunalondra, que interpretó temas de Mocedades y composiciones con aire de La Década Prodigiosa.
Entre las bambalinas del "Tunas" se fundieron así los cerros y las nubes de México, los versos de Guillén, atisbos del país de la eterna primavera, la dulzura y el romanticismo en canciones del alma, el folclor que emana de creencias a loas o al panteón yoruba, tantas cosas… Todo un abrazo intercultural, un canto a la identidad y al diálogo entre los pueblos, un abrazo que concluyó con Petit Dancé y su tributo a Agüé, entre pipa, pitos, fragmentos de azadón, tambores, vestuarios coloridos…; una verdadera Fiesta de Raíces y Tradiciones.
