Esta semana nos adelantamos con nuestros Asombros deportivos porque hoy 21 de julio es el aniversario de un suceso memorable en la historia del deporte en esta provincia del oriente cubano
Las Tunas.- No se equivocan los que ponderan a un lanzador que concrete un juego perfecto en el béisbol. Tratándose de un deporte de equipo, no depende únicamente de la pericia del serpentinero poner fuera a todos los bateadores a los que se enfrente, también se necesita de la colaboración del resto de los jugadores a la defensa. Pero si además se logra con apenas ¡39 lanzamientos!, entonces hablamos de una verdadera hazaña, sin importar la categoría del certamen o liga en la que se realice.
Ese sería el caso de Josvel Céspedes, lanzador zurdo del municipio de Jesús Menéndez, quien, en un desafío dirimido a siete entradas en el estadio "Curro" Barreras, de Chaparra, consiguió un juego perfecto sobre la novena de la empresa Antonio Guiteras, el 21 de julio del 2001. En un desafío de la vigésimo primera edición del torneo provincial de la Liga Azucarera de Béisbol.
De acuerdo con el registro de Pedro Fajardo Reyes, corresponsal deportivo y anotador oficial del encuentro, el primero de aquella doble jornada, Céspedes con un total de 39 picheos liquidó en los siete capítulos a los 21 bateadores rivales que enfrentó. Más tarde, Fajardo Reyes le relataría al inolvidable cronista deportivo Juan Emilio Batista Cruz que cuando vio la facilidad con la que el pícher de "Jesús Menéndez" había solventado los primeros compases del juego, intuyó que algo histórico estaba en marcha, de ahí que fue minucioso a la hora de consignar cada detalle del desafío.
Y razón no le faltaba porque Josvel resolvió tres innings con igual cantidad de envíos hacia el plato; en otro solo necesitó 10; y en el trío restante sumó únicamente 20. Mostró un control exquisito, porque tiró 33 strikes y apenas seis bolas. Propinó, además, dos ponches. El respaldo al campo de sus compañeros fue crucial. Recuérdese que cualquier marfilada hubiera estropeado el esfuerzo conjunto. Aquel día la responsabilidad de los fildeadores no fue poca, pues todos tomaron parte en al menos una de las jugadas con las que fueron puestos out los bateadores del "Antonio Guiteras"; incluso, hasta el propio lanzador participó en una cuando atrapó un elevado cerca del montículo.
¿Por qué sigue siendo este un suceso histórico? En el béisbol moderno, incluso en las Grandes Ligas de los Estados Unidos, un juego perfecto suele requerir entre 90 y 100 lanzamientos en partidos de nueve entradas. Proporcionalmente, para lograrlo en siete capítulos se requerían entre 70 y 80 envíos; sin embargo, Josvel Céspedes lo hizo con muchos menos.
Aquel juego perfecto sería el inicio del camino que llevaría a los de "Jesús Menéndez" a conquistar el título nacional de la Liga en la temporada siguiente, logro en la que el hijo pródigo de la comunidad de Salgacero sería una figura importante.