
Las Tunas.- Durante cuatro días, el Zonal Oriental de Ajedrez convirtió al campus universitario Pepito Tey de la Universidad de Las Tunas en el epicentro del deporte ciencia en esta parte del país.
El evento, que otorgó cuatro plazas para las finales nacionales del 2026, significó mucho más que un triunfo deportivo: fue la reafirmación de un territorio que aspira a ser plaza fuerte en este ámbito a escala nacional.
El tunero Alfredo Aguilera Rodríguez, maestro FIDE con 2348 puntos Elo, y la santiaguera Leannet Mariah Bosch Valls, maestra FIDE con 2091, lideraron con autoridad los grupos absoluto y femenino, respectivamente. Junto a ellos, clasificaron a los torneos nacionales el granmense Jeorling Batista y su coterránea Karen Torres. La justa concluyó con un vertiginoso torneo Blitz y la ceremonia de premiación en el hotel Las Tunas, sellando un capítulo que los organizadores califican de "punto de partida".
EL CAMPEÓN DE CASA: PRESIÓN Y MADUREZ
Para Alfredo Aguilera, este triunfo tiene un sabor especial. No solo asegura su regreso a un campeonato nacional, sino que lo hace representando a una provincia que no lograba un primer lugar en un certamen de esta envergadura desde hace años. “Tener el evento en casa fue bastante emotivo, pero también dio un punto de presión extra”, confesó el también entrenador provincial.
“Toda mi familia y amistades estaban pendientes. Tenía un doble compromiso”, expresó.
Consultado sobre su desempeño, Aguilera destacó su ajedrez "maduro", que le permitió sortear el torneo sin grandes sobresaltos, aunque sin subestimar la dureza del mismo. “No fue fácil, pero pude mantenerme fuerte", afirmó. Su mirada ya está puesta en la final del Archipiélago, donde anticipa un salto de calidad: “Allí el enfoque debe ser diferente. Hay que aumentar el rigor, el ritmo de entrenamiento, las horas frente al tablero para resistir a jugadores de 2500 de Elo”.
Su vida, reconoce, gira casi por completo alrededor de las 64 casillas. “He logrado un ambiente que se respire solo ajedrez, y eso ha colaborado con mis resultados y los de mis alumnos”. Desde su rol de entrenador de la categoría juvenil, Aguilera percibe un renacer. "En estos momentos estamos tratando de que florezca nuevamente el ajedrez en Las Tunas. Pasamos antes una década difícil, pero ahora el comisionado, César Pérez, está trabajando bastante. Jugadores como yo estamos cooperando en todo lo que podemos".
LA REINA DE SANTIAGO: SUPERANDO ETIQUETAS
En el sector femenino, la victoria de Leannet fue un acto de consistencia y superación personal. “Por mi personalidad, siempre tuve dificultad en ganarles a jugadores inferiores en rating. En este torneo pude vencer las partidas demostrando superioridad, y eso me tiene muy feliz”, compartió la también estudiante de Telecomunicaciones en la Universidad de Oriente.
Ella, una autodidacta que admira más el estilo de los grandes maestros varones como Gary Kasparov, “sus sacrificios eran asombrosos", acotó; se refirió a la carga de ser favorita. “Es complicado porque tienes la presión de ganar, pero una debe aprender a jugar con la posición, sin importar el rival”. Su partida más compleja fue justamente contra la subcampeona Karen Torres, donde un final tenso puso a prueba sus nervios.
Fuera del tablero, se define como "una joven normal", aficionada al gimnasio y la música. Lograr el equilibrio entre la exigente carrera de ingeniería y el ajedrez de alto rendimiento ha sido un reto. “Mis padres siempre me apoyaron, pero nunca dejaron de exigirme en la escuela. Era un doble trabajo, un tremendo esfuerzo”, recordó.
Con una madurez que atribuye al crecimiento, Bosch ve con optimismo el futuro del ajedrez femenino en Cuba y asume su rol inspirador. “Sí, claro que puede avanzar. Yo les doy clase a niñas y trato de que no cometan mis mismos errores”. Reconoce, sin embargo, los desafíos particulares: “Para nosotras es un poco más difícil, porque tenemos muchas misiones en la vida, no es como los hombres que a veces se enfocan en una sola cosa”. “Pero sí se puede”, sostuvo.
LAS TUNAS, PLAZA AJEDRECÍSTICA
El éxito organizativo del Zonal no fue pura casualidad. Detrás hubo un trabajo titánico, como explicó César Alejandro Pérez Rodríguez, comisionado provincial de Ajedrez. “Fuimos una digna sede y lo demostramos con nuestro campeón”, sentenció con orgullo. “Un equipo de trabajo se atrevió a dar el paso al frente, a meterle el pecho, a veces con recursos propios y con poco tiempo. La motivación del pueblo tunero es otra hoy: se revive el ajedrez”, aseguró.
Pérez Rodríguez delineó una ambiciosa hoja de ruta que trasciende lo competitivo. Uno de los pilares es potenciar el Aula Especializada de Ajedrez de la Universidad de Las Tunas. “Buscamos su extensión internacional, con contrataciones con clubes y universidades de otros países, especialmente México", detalló. El objetivo es el autofinanciamiento para organizar eventos internacionales que otorguen normas de maestro internacional, árbitro FIDE e instructor FIDE, títulos con aval mundial.
“Las Tunas puede atraer un turismo alternativo universitario o deportivo”, argumentó. “Tenemos la logística, un hotel universitario, y podemos ofrecer paquetes atractivos. Ya estamos trabajando en un evento nacional con invitación extranjera para marzo”, ilustró.
AJEDREZ FEMENINO: UNA TAREA PRIORITARIA
Uno de los temas más recurrentes en las declaraciones de los líderes deportivos fue la necesidad de revitalizar la participación femenina. El comisionado provincial de ajedrez fue enfático: “Tratamos de fomentar la captación, para rescatar el ajedrez femenino”.
En sus declaraciones vinculó directamente el ascenso provincial con el desempeño de las muchachas. “Las hembras son un pilar fundamental. En el escolar, si hubiéramos tenido un equipo femenino a la altura, Las Tunas estaría entre las ocho primeras provincias. Es una tarea fundamental del Inder levantar al ajedrez femenino y darle promoción”, sostuvo.
Este llamado a la acción encuentra eco en las palabras de la campeona Bosch y en la presencia de jóvenes talentos en el propio Zonal. La combinación de experiencia y juventud, con chicas casi adolescentes compitiendo al más alto nivel, fue señalada por Pérez Rodríguez como “un valor agregado positivo” y la semilla para un futuro más equilibrado y prometedor.
LA HUELLA DE 64 CASILLAS
El Zonal Oriental 2025 se despide dejando más que clasificados. Deja la confirmación de un campeón local que carga con los sueños de su provincia, la consolidación de una reina santiaguera que derriba barreras mentales y el plano de una estrategia que pretende convertir a Las Tunas en un nodo dinamizador del ajedrez en Cuba.
Como bien resumió Alfredo Aguilera, alrededor suyo "se respira ajedrez". Y ese aire, que ahora sopla con fuerza renovada desde el Balcón del Oriente Cubano, promete llevar lejos no solo a los peones y alfiles, sino a una generación de tuneros, y especialmente tuneras, decididos a escribir su mejor jugada en el tablero del deporte nacional.

