Las Tunas.- El paseo por el centro de la ciudad o los alrededores del popular “estadio chiquito” (el área de la sala polivalente Leonardo MacKenzie) para disfrutar del programa de actividades y celebrar el Día Internacional de la Infancia quedaron congelados por la prevalencia del coronavirus; pero con todo, desde casa los pequeños sienten que son lo más importantes para la familia y la sociedad, hoy y siempre.
Este lunes, la efeméride remueve los resortes imaginativos de las periodistas tuneras, a quienes el reto de mantener los indicadores saludables de sus “proles” se les multiplica en estos tiempos de la Covid-19, entre la presión de las redacciones y las exigencias de sus hijos, quienes hace más de dos meses permanecen en casa ante la interrupción del curso escolar y la opción de asumir sus cuidados para los matriculados en los círculos infantiles.
Ahora, en el hogar no cambian los códigos de respuesta “inmediata”; aunque algunas confiesan que a veces les gana el estrés y se les acaban las reservas de “calma”, a pesar de estar acostumbradas a trabajar bajo “toda prisa” por la inmediatez de la noticia y los altibajos cotidianos desde que deciden ser mamá.
De aquí que el Día Internacional de la Infancia “rebobinen sus mecanismos de defensa” y hagan de magas madrinas para suplir las acostumbradas salidas recreativas, en pos de defender las esencias que protegen el equilibrio emocional y la salud de los niños, sentimiento coherente en la actitud de la vida de los padres y las políticas concebidas en Cuba, en pos de garantizarles un armónico desarrollo biosocial.
En fotos, momentos especiales entre mis colegas “mamá” y sus “reyes y reinas” en ambientes de aislamiento social y el diarismo sin tregua que exige la noticia y el oficio de reporteras de primera línea. Estas son las burbujas de la felicidad que gravitan detrás de las puertas.