Las Tunas.- Dionne Pérez era una actriz temperamental y obcecada, que batalló por el desarrollo del teatro dramático en la provincia. Consciente de que sus aportes no pueden quedar en el olvido, la Filial de Artes Escénicas del Comité Provincial de la Uneac este 26 de mayo dio vida a la Jornada Teatral Sus Huellas, dedicada a esa gran mujer del arte de las tablas.
Yunior Santiago Pérez Moreno, actor de Total Teatro y uno de sus pupilos, significó a 26 como cualidades que matizaron sus talleres la intención de unificar la exigencia impuesta a los alumnos y el énfasis en la realización de un trabajo serio .
“Dionne me aportó la disciplina en el trabajo, el rigor y la responsabilidad del actor, pero además, el gozo que representa nuestra labor, un placer que mantengo hasta la actualidad. Recuerdo que enfatizaba en la actuación, en la voz y dicción, y se preocupó por nuestra superación, trayendo a grandes maestros (como Adria Santana) para que nos dieran clases. Ella me hizo mejor profesional”, expresó él.
Por su parte Elizabeth Borrero, al frente de la filial de la manifestación dentro de la sede de la vanguardia artística, líder de Total Teatro y principal soñadora de esta idea, afirmó: “Ella tenía un carácter fuerte, pero también un gran corazón. Como era tan disciplinada, quería que todos los demás lo fueran igual. Fue la primera actriz tunera egresada de una escuela profesional y la primera presidenta que tuvo nuestra filial de Artes Escénicas de la Uneac. Le debemos mucho.
“Por eso, mientras tenga vida voy a luchar por dignificar el teatro, porque no se pierda el legado de nuestros artistas y por rescatar la salita Blanca Becerra, donde actuó e impartió sus talleres. Y sé que no estoy sola en esta lucha, que seguimos y seguiremos sus huellas".
La calidad actoral de estos y otros artífices se vislumbra en su quehacer diario y esta primera edición de la jornada lo demostró nuevamente. En el programa se compartieron fragmentos de obras como Bodas de sangre, interpretada por las actrices Adelaida Villavicencio y Elizabeth Borrero, con el acompañamiento musical de la maestra concertista Elvira Skourtis. Precisamente, esa fue la pieza con la que Dionne preparó a ambas teatristas para su primera evaluación profesional. De ahí que la emoción y el talento en escena fueran evidentes.
Otro de los espacios en agenda fue el coloquio "Dionne Pérez Betancourt. El resultado de una obcecación", a cargo del especialista de las Artes Escénicas Alberto Carlos Estrada Segura. Él, quien además fue su amigo, significó: “No puede escribirse la historia del teatro en Las Tunas sin mencionar su nombre. Desde un barrio de Chaparra se fue a estudiar a la Escuela Nacional de Arte, cuando nada más existía un centro para esos fines. Ella rescató el dramático en este territorio, unificó a los actores, hizo concursos y otras tantas acciones. Hoy esta vertiente está fortalecida aquí gracias a su labor”.
Esta cita homenaje nace a 10 años de su desaparición física y se dedica, además, al aniversario 60 de la Uneac. Elizabeth comentó cómo se piensa crear para el 70 cumpleaños de Dionne (el año próximo) un concurso de monólogos y unipersonales, que sería otra manera de honrar su memoria.
Aunque modesto en su primera edición por las circunstancias de la pandemia, este era un nacimiento necesario. Los valores sembrados por esa mujer-luz trascienden más allá de un carácter fuerte; su estampa marca el presente y, en alguna medida, el futuro.
