Las Tunas.- En 13 años de despliegue de estrategias y proyectos de desarrollo local, Manatí ha logrado encaminar sus horizontes hacia la materialización de la soberanía alimentaria, y hasta la fecha, sigue en la búsqueda de nuevos emprendimientos que garanticen esta premisa de vital importancia para esa tierra norteña que alberga cerca de 29 mil habitantes.

Abel Peña Alfonso, director de Proyectos del Consejo Municipal del Poder Popular, comentó a 26 que los resultados han sido ostensibles gracias a las posibilidades de financiamiento de organizaciones de las Naciones Unidas como el Programa Mundial de Alimentos, el Programa para el Desarrollo y de la Oficina Suiza para la Colaboración Internacional de la Unión Europea y también, y no menos importante, de la contribución territorial.

Peña Alfonso enfatizó que en estos momentos se encuentran inmersos en la actualización de la estrategia de desarrollo municipal en la que cobra una vital trascendencia la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional, disposición novedosa que busca establecer el marco jurídico general para proteger el derecho de toda persona a una alimentación sana y adecuada.

Como en toda Cuba, en suelo manatiense esta normativa regulará la organización de los sistemas alimentarios locales soberanos y sostenibles, o en vías de lograrlo, y establecerá la responsabilidad de los órganos locales del Poder Popular para el adecuado funcionamiento de estos, con una amplia participación de la ciencia y la innovación.

El director de Proyectos explicó que esta ley perfeccionará los procesos de producción, transformación, comercialización y consumo de los alimentos, a partir de las capacidades endógenas de los territorios.
Con las miras hacia el desarrollo, allí se fomentan hoy tres proyectos de desarrollo local, y destaca por su relevancia la Tenería Vascal, emprendimiento que fomentará la elaboración de varios productos a través de la piel animal.

“Queremos crear, fundamentalmente, implementos deportivos como guantes de pelota -subrayó-. Ya llevamos un avance, pues tenemos la mayoría de los recursos materiales y el inmueble por acondicionar, solo nos resta los permisos correspondientes.

“Otra fortaleza es que contamos con el personal calificado para llevar a cabo la actividad con la calidad que se requiere. Pretendemos destacar en este empeño y llevar al mercado productos atractivos y de buen acabado. Vamos a aprovechar la piel de los ovejos y del ganado vacuno, en previo contrato con los productores”.

El segundo proyecto que nace de la contribución territorial está encaminado al fortalecimiento de capacidades tecnológicas, y en concreto intentará aumentar la producción en el centro de elaboración de la gastronomía con el uso de tecnología nueva y de punta.

Peña Alfonso comentó que el respaldo logístico ya se encuentra en el país y muy pronto arribará al municipio. La meta busca también acercarse a mejores estándares de calidad en los alimentos, así como de inocuidad de los mismos.

“Vamos a fortalecer, además, las capacidades de procesamiento de embutidos en el cárnico Victuro Acosta. Con este fin instalaremos tres máquinas modernas, un molino, una revolvedora y otra embutidora. En este emprendimiento contamos con el apoyo internacional de Cosude”, refirió el directivo.

SALDOS POSITIVOS

Las estrategias de desarrollo local y sus logros han trastocado de muchas maneras la vida manatiense. Aunque ya concluyó el Proyecto Biomás, su huella en el territorio es innegable, pues varias familias se benefician actualmente del biogás a través de la construcción de biodigestores. Desde las fincas integrales, cada labriego ha aprovechado los recursos con la premisa de respetar el medio ambiente.Finca Los Pinos.

En Los Pinos, El Porvenir y Hermanos Peña, tres de las 18 avaladas como integrales, hoy se desarrollan acciones para generalizar las experiencias y convertirlas en escuelas para las demás. Además fueron beneficiadas con equipos para la cocción de alimentos, refrigeración, alumbrado, calentadores solares y mucho más.

“En cada finca la meta es el fortalecimiento de la producción de alimentos, asociada a la obtención de energías limpias -puntualizó el especialista-. Hoy contamos con productores que han puesto en marcha, gracias al proyecto, sistemas de riego con paneles fotovoltaicos, gran paso de avance en los tiempos que cursan de escasez de electricidad.

“A través de la utilización de la biomasa y la generación del biogás, las haciendas pioneras han logrado autoabastecerse de energía y esto ha repercutido en elevar las producciones de alimentos y sus condiciones de vida. Como logro contamos también con la instalación de un molino de viento.

“A través del Proyecto Biomás Cuba tenemos la aspiración de materializar la fabricación de biodiésel. Hoy estamos enfrascados en el montaje de una planta que haga posible la obtención de este combustible, los recursos tecnológicos ya están en el país, y también impulsamos la terminación de un laboratorio para certificar semillas”.

Como muy positivo calificó que la unidad básica de producción cooperativa 13 de Marzo, en la que están sembradas las plantas para el procesamiento, lograra acercarse a 67 hectáreas cubiertas y además pudiera diversificar sus surtidos y aportar más alimentos a la comunidad donde se encuentra enmarcada.

Más de 15 millones de pesos se han empleado hasta la fecha en el municipio en la adquisición de maquinaria agrícola, sistemas de riego, equipos de tornería y demás, encaminados a fomentar la producción de alimentos.

Dentro de los logros, sobresale la materialización de tres minindustrias, una fábrica de helado, un laboratorio para certificar materiales de construcción -que pronto verá la luz- y una lavandería; además de medios básicos, materiales y abastecimiento técnico material para los productores.

NUEVAS POSIBILIDADES

Koika llegó recientemente a Manatí. Se trata de un proyecto con financiamiento surcoreano que busca vincular las formas productivas a las redes de protección social tales como escuelas, círculos infantiles, servicios de atención a la familia y otros.

En este empeño se van a involucrar varias bases locales que guiarán sus producciones según las necesidades de los centros que les sean asignados, a los cuales deben abastecer con variedad y calidad de alimentos.

“En un primer momento se entregaron equipos de refrigeración, pero el proyecto es más amplio. Contempla utensilios de cocina, medios de transporte eléctricos, equipos electrodomésticos varios y otros. Además, se les entregará una merienda reforzada a los estudiantes del centro escogido que es la escuela Victuro Acosta”, detalló Peña Alfonso.

De gran repercusión será también un nuevo emprendimiento, aun sobre la mesa, que buscará facilitar el abasto de agua, mediante la utilización de energía fotovoltaica a la comunidad de la Anacahuita, lugar que hoy recibe el líquido por medio de un tren y cuyos ciclos se extienden por más de 30 días.

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