Las Tunas.- Carlos Rafael Cué cursa el quinto año de la carrera de Medicina y está consciente del compromiso que entraña vestirse con una bata blanca, porque salvar vidas en Cuba no es un eslogan, sino una prioridad. Por eso parte con orgullo todos los días a cumplir con su actual misión: la pesquisa activa en su comunidad de Arroyo Muerto, en el municipio tunero de Majibacoa.
Pero no es el único. Desde el 17 de marzo, en Cuba más de 28 mil estudiantes de Ciencias Médicas se han vinculado con esas labores, con el objetivo de identificar a personas con síntomas asociados al nuevo coronavirus o cuadros respiratorios agudos, para luego informar al área de Salud.
“Estoy pesquisando a toda la población, con énfasis en los adultos mayores de 60 años y aquellos que viven solos. También realizo acciones de prevención como explicarles a las personas las medidas higiénico-sanitarias, sobre el uso correcto del nasobuco, la importancia de no salir de casa y otras similares”, afirma.
Aunque sabe que no es el único en esos menesteres, se siente orgulloso de poder aportar su granito de arena en esta batalla. “Desde que empecé a estudiar para convertirme en galeno me ha gustado estar pendiente del estado de salud de mis vecinos. Ahora, que la situación lo exige mucho más, me siento más útil”.
Ciertamente a Carlitín, como lo llaman, siempre lo han conocido sus coterráneos por ser un joven responsable y con muchas ganas de superarse. Este muchacho servicial y amable tiene un papel activo dentro de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) a nivel de centro y se destaca en la preparación de actividades culturales, políticas y recreativas.
“Si encontrara algún caso sintomático respiratorio y/o con síntomas febriles le daría enseguida el parte a los especialistas del consultorio médico, que son los que informan al Consejo de Defensa Municipal y así sucesivamente”, añade.
Como él, otros educandos de Estomatología y Medicina se vinculan con las pesquisas activas en comunidades de los ocho municipios tuneros, y solo de los años superiores la cifra rebasa los mil 500. Ellos también están presentes en las audiencias sanitarias que se realizan a nivel de barrio y contribuyen desde las redes sociales a compartir mensajes informativos y de aliento a la población.
Por eso, Carlitín agrega que “no por haberse repetido en los diferentes medios, pierde vigencia la frase que dicta: debemos extremar las medidas sanitarias, pues nadie está exento de enfermarse”.