blonde

Las Tunas.- Ayer pude ver cuán desgarradora puede ser la vida, cuánta maldad puede habitar en las personas. Blonde es una película que contempla al mundo como algo sucio, carente de todo lo bueno y noble que necesita un ser humano para ser alguien digno, cuerdo y sano.

Pobre Norma Jean, pobre Marilyn Monroe, esa es la profunda sensación que tengo impregnada desde que la vi. Algo terrible pasó con su vida, algo estuvo muy torcido desde el principio, y nadie puede afrontar el mundo y lo que en él habita tan livianamente y con una sonrisa, habiendo vivido lo que la pobre señorita Jean vivió.

Pero no pretendo que se entienda que Blonde es una mala película, al contrario, como se dice en el lenguaje popular: "Blonde es tremenda película". Aunque no es cine biográfico, ni creo que se nos narren los hechos tal como sucedieron, porque simplemente Marilyn no es la protagonista, ni siquiera es la clásica villana, Marilyn Monroe es un reflejo, uno agazapado y sonriente, el cual Norma se pone justo cuando va a comenzar a rodar. Y si a pesar de todo esto dijéramos que Blonde es una película biográfica, tendríamos que decir que es indiscutiblemente una biografía coherente e impactante de Norma Jean.

Una mujer que solamente quería una vida simple, con alguien que la amara y entendiera, pero que, sobre todo, le permitiera realizar su mayor sueño, o lo que se vislumbraba como su mayor sueño: ser madre. Norma fue una mujer más rota a partir de esos trágicos momentos, donde de su vientre brotó tanta sangre que sintió que en esa espesura roja también se diluía su vida, y todo lo que su corazón deseaba.

El filme a ratos se siente denso, simbólico, con un nivel de complejidad que requiere de toda la atención del espectador, pero también es cautivante. El director no deja de aprovechar los sufrimientos y escándalos que han plagado la industria desde sus comienzos, se regodea en recursos visuales enigmáticos que Netflix supo invertir bien, porque la película tiene la aplastante capacidad de hacerte sentir que estás viendo algo rodado en los 50, con la estética de los 50, con la claridad de los 50.

Quizás, el mayor defecto de la película sea su extensa duración, estos son tiempos donde abunda la brevedad, y el tiempo poco alcanza. Pero lo que más desea resaltar este escritor es a Ana de Armas, esa mujer estremece, se adentra en el personaje de manera tan profunda y vívida que no veo fallas en su actuación, ya sea Norma Jean o Marilyn Monroe, Ana logró personificarlas a las dos, unirlas y dibujar los retazos de sus vidas. Si esta es la cima de su carrera, creo que ha llegado a una alta montaña, ya veremos si es para ella el Óscar, o solamente la gloria de haber interpretado a uno de los mejores misterios de Hollywood.

 

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