Las Tunas.- Compartir con jóvenes siempre es grato y más cuando ellos se trazan metas en medio de la bruma. El Salón de Artes Plásticas Guernica 2023, convocado por la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en la provincia, no solo es una exposición competitiva donde se exponen obras de los jóvenes creadores de la localidad, sino un pretexto para disertar sobre las artes plásticas y la necesidad de la creación contemporánea como espejo y luz de los procesos sociales.
Tuve el honor de comenzar la primera jornada con una conferencia que sirvió para entender las etapas por las que han transitado las artes visuales en el territorio. Hablé sobre la obra de los primeros exponentes en la década de 1940, con un legado de piezas meramente decorativas que vislumbran el empeño de creadores cuyo talento no siempre era moldeado por academias. Luego, a partir de 1970, llegó el florecimiento de todas las artes y la fundación de diversas instituciones bajo el amparo estatal, dinamitando no solo el lenguaje de las artes plásticas, sino el de todas las manifestaciones que de alguna manera se complementaron y dibujaron un panorama más completo para una sociedad equilibrada.
Los jóvenes que acudieron no solo se interesaron por las artes plásticas, sino por los móviles del arte en sí, y es que se saben herederos de un movimiento artístico que se conoció en toda la Isla. Además, se saben responsables hoy de un discurso artístico que debe incidir más en el entramado social.
Son protagonistas de esta época, una vez que los referentes de las últimas décadas han emigrado a otras ciudades del país, al extranjero o simplemente se han aislado en sus talleres. Lo pone en evidencia el débil desempeño de las instituciones creadas para la promoción, fomento y producción de los proyectos artísticos.
La AHS deja clara su intención cuando dice "únete al reto", con vistas a un congreso donde, sin dudas, saldrán seguros del encargo social. En el recorrido por esta historia de las artes visuales del territorio, destaca la impronta de la Enseñanza Artística, especialmente de la Escuela Profesional de Artes Plásticas; en sus inicios con proyección hacia la cerámica y años más tarde a todas las manifestaciones de las artes plásticas. El vacío dejado por la eliminación de esta escuela pesa en el reducido número de creadores profesionales, a contrapelo del crecimiento de los jóvenes con talento para la fotografía, el diseño, el arte interactivo, que no tienen acceso a la formación profesional.
Pero de este detalle se ocupó la dirección de la AHS en esta edición del Guernica, planificando un taller de cerámica con la artista Yamila Coma Vargas, fruto de este sistema de enseñanza ya perdido; la muestra colateral Detrás del lente, que acoge la Casa Iberoamericana de la Décima hasta el próximo mes de septiembre, con la presencia de jóvenes creadores miembros o no de la AHS en Las Tunas y el ciclo de conferencias El arte del cazador, sobre la creación fotográfica, a cargo del joven Argel Ernesto González, invitado de la provincia de Camagüey.
El arte joven renace por estos lares, desde la literatura, la música, el teatro y las artes plásticas; y lo hace con la unión de todos los lenguajes. La añoranza de ser parte de la cultura contemporánea cubana tiene rostro joven.