Las Tunas.- Eslinyer Ramos Fernández lleva cerca de dos décadas unido al quehacer de la casa de cultura Jacinto García, del poblado de Omaja, Majibacoa. Confiesa que el mundo de la cultura le ha atrapado y, por esos senderos, asume la dirección de la institución en la que se desempeñan 16 trabajadores.
Él señala el papel de los talleres de creación y apreciación que, impartidos allí por instructores de arte, abarcan el teatro, las artes plásticas, la música y la literatura.
También la inserción del Movimiento de Artistas Aficionados (MAA) en eventos municipales como el Festival de Pioneros desarrollado recientemente, en el cual se destacó el niño Abraham Valera, talento emanado de la casa de cultura, bajo la tutela del instructor de música Pedro Valera.
Según refiere, el trabajo con infantes es una de las características que despunta en la entidad, acercándolos al universo de la percusión, la guitarra y otros. Además, destaca la membresía de varios hijos de esa tierra en el taller literario Raúl Gómez García, de carácter municipal.
Igualmente, apunta el impacto positivo que ha tenido en la comunidad la existencia de una Casa del Soneto, la que radica en un local ubicado en el patio interior de la propia casa de cultura. Bajo la égida de Adalberto Hechavarría, líder de la institución que enaltece a la composición mayormente endecasílaba, se desarrolla en la "Jacinto García" la Peña del Andén y Té con Versos, ambos espacios fijos dedicados a la literatura.
"También tenemos la Noche de la Manifestación, que acontece los miércoles, con el protagonismo de una expresión artística diferente en cada caso, y los sábados en la mañana desarrollamos Arte en la Calle, con proyección hacia la comunidad, una manera sana de recrearse frente al portal de nuestra institución", agrega Eslinyer.
Como parte de las celebraciones por el aniversario 45 de la Casa de Cultura se desarrolló incluso allí recientemente la Feria del Libro municipal, que contó con la participación de escritores de la localidad como Rosa Elena Suárez, Osmel Iglesia, Yordanis Alonso y el propio autor de Todos los trenes pasan por Omaja. Asimismo, se sumaron invitados de la ciudad cabecera, nombres al estilo de Argel Fernández, Yuslenis Molina, Carmen Velázquez y Dayislenis Velázquez. La lectura de textos devino así uno de los atractivos de la jornada.
En ese contexto, se disertó sobre el soneto, se vendieron libros y fueron presentados los títulos Entre col y colegas (de Pastor Batista), Antología del soneto hispanoamericano (selección de Mirtha Yáñez), Poemas necesarios (compilación realizada por Antonio Gutiérrez) y Las tumbas de Omaja (de Carmen Velázquez y Bienvenido de Ávila). Además, el grupo Tiempo, de música tradicional, aderezó el encuentro. En general, desde la calle Vitalio Acuña número 43, vibraron nuevamente las letras y la cubanía.