Las Tunas.- Este sábado se vistió con sombrero y guayabera. Hasta Las Margaritas llegó la tradición campesina. Los actores Elizabeth Borrero y Luis Andrés Till dieron la bienvenida al convite, ante la presencia de directivos políticos, gubernamentales y del sector de la Cultura.
Los versos de los repentistas Dimitri Tamayo y Guillermo Castillo Vega alegraron el lugar, desde diferentes áreas, demostrando -una vez más- que esta es una tierra de poetas (aunque no todos improvisen). Tampoco faltó la octosílaba escrita, a través del Concurso de Décima de Cordel, que permite observar espinelas en hojas de papel como si de ropa mojada se tratase. Y los solistas con su vozarrón criollo, autores al estilo de José Fidel Sánchez, Dalia Macayo, Taymara Portillo, Lays Rodríguez y Yaniuska Díaz.
Fue bonito escuchar, en medio del intenso sol y alguna que otra motorina antipoética, canciones como El manicero, El frutero, Linda guajira, La caldosa de don Kike y otras, interpretadas por niños y adultos. Pequeñas vestidas de rojo y azul, como los tradicionales bandos que marcan estos jolgorios, signaron también el inicio, a ritmo de La sitiera.
En general, varios espacios matizaron el convite, como el Rincón mexicano, el área para la décima ilustrada, el paisaje y la artesanía popular, la zona concerniente a los platos y bebidas tradicionales y el Guateque familiar. Este último, por ejemplo, acunó a poetas, cantantes, bailarines y narradores orales, en una gran fiesta de la cubanía.
Allí vimos a un abuelito llamado Alberto recordarnos a El cuentero, de Onelio Jorge Cardoso, con sus divertidas narraciones; al grupo La Paliza, de Bartle, poner a bailar a los presentes, mientras escritores como Dayislenis Velázquez, Aleido Rodríguez y Adriano Galiano compartieron creaciones en forma de estrofa nacional. También talleristas de la casa de cultura Tomasa Varona dieron fe de su talento y se sumaron al Concurso de Décima de Cordel, uno de los certámenes que matiza la Jornada Cucalambeana.
Desde ese escenario, rodeado de árboles de mango, marañón, ciruelas, cocoteros y otros, se hacían notar algunas casas entabladas con corteza de palma, lo que también habla de identidad, más allá del evento. Sombreros, tejidos, décima, punto cubano…, eso y más llegó hasta Las Margaritas, poblado situado en los alrededores del hospital pediátrico provincial Mártires de Las Tunas.
El espectáculo infantil, con el protagonismo de Las Hormigas Rojas, el proyecto Raíces de San José, el taller de repentismo y tonadas Viajera Peninsular, Talento de Barrio, Abriendo Caminos, y otros elencos, demostró que las tradiciones siguen vivas en los pequeños, siempre y cuando seamos capaces de sembrarlas bien. Cestas, guayaberas, vestidos multicolores y otros detalles completaron la magia.
El espectáculo de adultos, por su parte, no se quedó atrás. Con la conducción de Tahily Berrey, Magdiel Mola y Héctor Bolmey, compartió varias propuestas, entre ellas resaltó la elección de dos pétalos y la Flor de Birama, lauro que recayó en Roxana Ruiz Góngora.
Tampoco faltó el homenaje a promotores culturales destacados como Pedro Ayala Comendador, y al grupo portador de tradiciones Petit Dancé, que trajo para la cita sus cantos, danzas y platos haitianos al estilo del tomtom. El trío Cultivando Tradiciones, el dúo Punto Cubano, el Conjunto Original Cucalambé y otras agrupaciones compartieron su arte, además de creadores como el narrador Maike Machado. Bien lo resumió en versos Guillermo Castillo Vega: “La música soberana/ en el alma nos gobierna/ para que aquí sea eterna/ la Fiesta Cucalambeana”.
Además, la cita no pudo tener mejor fecha que el 17 de Mayo, Día del Campesino Cubano, “un día en el que se enraizó la cubanía”, como dijo Luis Andrés Till, desde su personaje de El guajiro. Por otro lado, Ana Gainza Charlot, delegada de la Circunscripción 89, de Las Margaritas, y Guillermo Rodríguez Peña, historiador del lugar, también nos acercaron a la historia del poblado con nombre de flor, cuya nomenclatura proviene de la finca que otrora existía allí, la que un esposo enamorado llamó similar al nombre de la cónyuge.
Por eso yo, que de vez en cuando me creo poeta, me inspiré y creé una décima, que resume lo vivido este sábado Con guayabera y sombrero (como su título).
Las Margaritas hoy cantan
con arrullos de bohío
y llega este verso mío
entre las flores que encantan
y a los poetas imantan
con laúd y son entero,
pues se teje con esmero
la tarde de poesía.
Se aviva la cubanía
con guayabera y sombrero.