Foto: Ángel Luis Chimeno

Las Tunas.- Perteneciente a la unidad empresarial de base Tecnoazúcar Las Tunas, el centro Pedro Plaza Fernández, enclavado en el municipio de Amancio, cuenta con 13 años de experiencia en la elaboración de productos como siropes y embutidos; se encarga del suministro de estos insumos al sector azucarero de las provincias de Las Tunas y Camagüey.

En sus inicios, concretaban ocho producciones, hoy son más de 20; y su colectivo, aseguran quienes nos acercan a sus desvelos, ha ido creciendo en todos los sentidos.

Iraldo

El director de la entidad, Yraldo Diego Suárez, explicó a 26 a la sombra fascinante de aquellos parajes que “durante la covid-19 el centro cumplió los planes con más de 200 toneladas, llegando a crecer hasta las 500 de productos cárnicos.

“También elaboramos más de cinco mil litros de sirope, más de 30 toneladas de conserva y, aunque los planes se han reducido este año, a partir de las limitantes de materia prima que tiene el país, las ganas de hacer del equipo de trabajo no disminuyen”.

Son pioneros en el complejo asunto de procesar alimentos con harina de arroz; hicieron desde hace mucho sus propias muestras y, al ver que era posible utilizarla para su producciones, decidieron convertirla en una de sus materias primas fundamentales”.

Cierran el 2022 con la mayoría de los indicadores pulsando la eficiencia y eso significa que la alimentación de quienes están en los centrales, los centros de costo y el entramado de la Agroindustria Azucarera por estas tierras está fortalecido desde dentro.

IvanEntre los más apasionados de sus desvelos está Iván Monteagudo Fernández, secretario del Sindicato allí. “Somos una unidad de referencia nacional, ostentamos la Condición de Vanguardia Nacional por cuatro años consecutivos y tenemos al colectivo como el principal patrimonio en todo lo que hacemos.

“Los trabajadores tienen aquí un gran sentido de pertenencia, son estables en sus funciones y responsables de cada uno de los resultados”.

En el "Pedro Plaza" se esfuerzan por concretar el autoabastecimiento y seguir aportando a la producción de alimentos dentro del grupo empresarial Azcuba, así lo asegura Iraldo, y explica que las complejidades del año 2022 les han puesto a prueba para crecer, en todo sentido.

“Trabajar sin corriente nos afectó, pero salimos adelante. En algunas ocasiones poníamos el embutido a cocinar a las 9:00 de la mañana, se iba la corriente hasta la 1:00 o las 2:00 de la tarde y había que esperar que se restableciera el servicio eléctrico para terminar y que el producto tuviera la calidad requerida. Era muy difícil”.

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¿Qué sería lo que no pudiéramos dejar de decir de la UEB Pedro Plaza?

“Nos encontramos en un centro en el que durante13 años no se ha cometido ningún tipo de delito, aun encontrándose en un lugar apartado, además de la difícil situación por la que atraviesa el país. El otro elemento fundamental es la disciplina; cuando hay control se puede decir que se gana la pelea, esta constituye una de las primeras metas que se debe trazar un centro de trabajo de este tipo”.

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