Las Tunas.- Luego de su puesta en explotación en el pasado mes de abril, la finca La Salida, ubicada en la periferia de la ciudad de Las Tunas, ya exhibe buenos resultados en su gestión, porque se realizaron las primeras cosechas y dos días después inició un nuevo ciclo de siembra de cultivos de ciclo corto.
Según el jefe de la unidad, Dagoberto Mena Alicio, acopiaron melón, calabaza y frijol caupí y esperan recoger boniato a partir del 20 del actual mes, siempre para el beneficio de los habitantes de la comunidad, mediante la venta directa en la placita del consejo popular del reparto Aeropuerto.
En las últimas horas se plantaron una hectárea de frijol, otra de boniato y media de pepino, como parte del uso continuado de la tierra que implica la siembra apenas una o dos jornadas después de la extracción de los frutos.
Mena Alicio precisó que el lugar no se limitará solo a la agricultura, sino que potencian otras ideas como la culminación del módulo pecuario, el cual contempla 20 cabezas de toros de ceba, unas 100 reproductoras cunícolas y entre 40 y 50 carneros para su atención en tarimas.
También se prevé limpiar una laguna que está en las inmediaciones para la crianza de patos, a la vez que conforman los gallineros para la obtención de proteínas de origen animal.
Además, construyen un ranchón para el descanso de los trabajadores y la elaboración de su almuerzo, lo que puede contribuir a la estabilidad del colectivo, muy fluctuante en la actualidad.
Hasta el momento, los productos cosechados en la finca han aportado casi 10 mil pesos y aunque no es la solución para que haya productos agropecuarios en la ciudad; sí será un aporte y eso es lo que hace falta, producir alimentos en cualquier espacio que sea posible; incluso, en los patios de las familias y los centros laborales que lo permitan.
Estos son tiempos de pensar y de innovar en materia de siembras, cultivos y cosechas, porque el pueblo demanda comida y solo en nuestra propia tierra podremos encontrarla.
