Las Tunas.- Al poner en marcha la planta moledora con siete días de atraso respecto al calendario oficial, los trabajadores de la empresa agroindustrial azucarera Majibacoa están obligados a no decaer ni un minuto, en su desempeño productivo.
Esta demora, por contradictoria que parezca tras varios años de puntualidad en la arrancada, solo es entendible si se tiene en cuenta el gran impacto negativo que sobre las reparaciones tuvieron la falta de gases, electricidad y combustibles durante el trimestre de julio, agosto y septiembre.
“Prácticamente nosotros alistamos el ingenio entre los meses de octubre, noviembre y diciembre, esa es la verdad”, corroboró José Caballero, jefe de Mantenimiento de la industria.
Aunque todavía es muy prematuro para ensalzar triunfos, resulta alentador que en las dos primeras jornadas transcurridas hasta el miércoles, el central no reportó tiempo perdido por roturas o problemas de operación, molió al ritmo de la norma reducida para las primeras 72 horas de labor, mientras que el azúcar extraída alcanzó el máximo de calidad estándar -99,20 de polarización-, según precisó Yusmer Zaragoza Serrano, administrador de la fábrica.
Con esta temprana evidencia de efectividad, los majibacoenses parecen demostrar su disposición de trabajar incansablemente para que el ingenio vaya de menos a más hasta alcanzar la meta de producir 23 mil 228 toneladas de azúcar en la actual temporada.
Eso debe ocurrir a finales de marzo porque, según la estrategia, a partir de ahí y hasta el 15 de mayo sus trabajadores estarán concentrados en la producción de meladura con destino a la elaboración de alcohol y ron en la unidad empresarial de base Derivados Antonio Guiteras.
Precisamente, en el central del mismo nombre continúan presionando por estabilizar resultados mayores en los principales indicadores de la eficiencia agroindustrial -molida, producción de azúcar y rendimiento-, todavía muy distantes de sus posibilidades.
