Las Tunas.- El Banco Popular de Ahorro (BPA) en la provincia está listo para celebrar el aniversario 40 de su fundación con un énfasis claro en la digitalización de sus operaciones. Valiéndose de las plataformas desde sus teléfonos móviles, los habitantes y empresas del territorio con cuentas en la institución bancaria asociadas a tarjetas magnéticas están pagando cada vez más servicios como las facturas eléctricas, telefónicas; lo que se suma a la realización de transferencias y compras directas en comercios estatales y privados, dijo Omar Verdecia Alfonso, especialista de la Banca Electrónica del BPA en el Balcón del Oriente Cubano.
"El país está apostando por utilizar la banca a distancia y los pagos electrónicos; desde el 2018 para acá ha tenido un gran cambio con la presencia de la plataforma Transfermóvil y luego con Enzona, además de la Banca Remota y la Telefónica. Son aspectos que mejoran la calidad y seguridad de esos pagos", destacó.
Creado el 18 de mayo de 1983, el BPA nació con el propósito fundamental de ofrecer diversos servicios financieros a la población, e incentivar en ella el ahorro monetario.
Solo en diciembre del 2022, a través de esas novedosas rutas virtuales, los clientes del BPA en Las Tunas realizaron más de ocho millones de operaciones, 200 veces más que las efectuadas en todo el año 2021, comentó. Incluso, acotó, las cifras de febrero pasado mostraron que ese incremento continúa. "Hemos crecido todos los años; pero tenemos que seguir divulgando sus bondades porque hay personas que aún no las conocen. En el 2023, por el aniversario que cumplimos, queremos reforzar esa promoción, también por la seguridad que les brinda a los usuarios", insistió.
Aunque no exento de dificultades, sobre todo, en lo tendiente a la infraestructura tecnológica que requiere y a otras realidades como el todavía excesivo grado de informalidad en los flujos monetarios dentro de la economía cubana, que compele a la ciudadanía a no desentenderse por completo del efectivo, unido a la dolarización parcial, expertos convienen en las ventajas comparativas, frente a los canales tradicionales, del uso de los electrónicos para las operaciones bancarias y las monetarias en general.
