Las Tunas.- No fue la primera vez, ni será la última porque ayudar a Cuba es ayudar a su gente, y con esa premisa la pequeña empresa Mercasa, de la provincia de Las Tunas, realizó una venta a personas en situación de vulnerabilidad.
La sede fue el mercado El Mambí, arrendado por esa forma de gestión no estatal. Hasta la hermosa instalación llegaron hombres y mujeres de varios repartos de esta ciudad, cuyos nombres dieron previamente los delegados del Poder Popular en sus zonas de residencia.
La jornada transcurrió con tranquilidad, pero con muchos sentimientos por parte de la mayoría de los beneficiados, sobre todo gratitud, pues los precios fueron de apenas el 50 por ciento de los aprobados por el Consejo de la Administración Municipal. Una de esas personas, Nancy Proenza García, aseguró sentirse bien porque las viandas, hortalizas y frutas que compró tienen excelente calidad. Y lo mejor es que, por su precio, están al alcance de sus manos, o sea, de su bolsillo de mujer enferma.
"Estoy agradecida y pienso que esto se debe hacer más a menudo. Si otras entidades se unen, vencemos porque con la unidad avanzamos. Fue un gesto muy lindo y también agradezco que cuando compré la carne, me regalaron un girasol".
Hasta hace un tiempo atrás esa comercialización se hacía todas las semanas, con rebajas de hasta el 15 por ciento del precio total, según explicó María Julia Torres Reyes, administradora del mercado, quien acotó que el colectivo quiere mantener esa atención con tarifas más atractivas.
Yosvanys Fernández Rodríguez, arrendatario del área productiva El Perejil, fue el único actor económico que se sumó a la convocatoria de Mercasa. Lo hizo porque se considera un buen ser humano y comprende que a las personas en desventaja se les debe ayudar.
"A ellos les resulta difícil adquirir algunos productos a los precios que hay ahora en la calle. Solo llevo siete meses arrendando ese espacio, pero traje unos cinco quintales de carne que se vendieron a tres libras per cápita, a un valor de 150.00 pesos cada una".
Argel Fundora Acosta, director de Mercasa, dijo que la empresa tiene un componente social y, como productora-comercializadora de productos agropecuarios, retomaron este tipo de ventas para personas en situación de vulnerabilidad.
"Pretendemos convocar a otras mipymes, pues llegó la hora de demostrar que ese tipo de entidades es un bien necesario. Además, podemos sumar empresas estatales y productores individuales, unidos todos para favorecer a ese segmento de la población".
De una u otra manera, los involucrados en la actividad dijeron que no son acciones en busca de fama ni algún otro beneficio. Al contrario, solo les motiva sentirse útiles, hacer el bien y ser solidarios, uno de los sentimientos que siempre caracterizó a los cubanos.
En esta oportunidad solo estuvieron dos formas de gestión. Lo ideal sería sumar más e incrementar las ofertas. Ojalá se logre para el mes de agosto.