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Las Tunas.- En la provincia de Las Tunas casi no se habla del mijo, un extraordinario cereal que posee más proteínas y grasas que muchos congéneres, incluido el arroz. No obstante, ese cultivo comienza a ocupar pequeños espacios en las tierras de algunos productores.

Aquí no hay planes de siembra y cosecha y tampoco se evalúa la pertinencia de incorporar paulatinamente ese renglón, pese a los notables beneficios nutricionales que atesora y su gran utilidad para la dieta de los seres humanos y los animales.

Por sus grandes virtudes la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró al 2023 como el Año Internacional de ese cultivo, a manera de motivación para que los especialistas conduzcan y asesoren, y los productores le reserven un área de cada finca.Mijo sembrado en la zona de Jobabito municipio de Las Tunas

En el territorio tunero hay unidades que poco a poco siembran mijo. Sobresalen las cooperativas de créditos y servicios (CCS) Osvaldo Figueredo, Antonio Fernández y Abel Santamaría, además de la unidad básica de producción cooperativa (UBPC) 26 de Julio, todas de Jobabo.

Hay experiencias también en Jobabito, perteneciente al municipio cabecera, y en otras localidades. En todos los casos se reporta satisfacción porque es una especie con fácil adaptabilidad a suelos regulares o malos y a la falta de humedad característica de esta región.

Ese grano crece muy bien, y solo basta un poco de materia orgánica para que tenga tamaño, vigor y buenos rendimientos. Pero las mayores bondades están en su capacidad de conservación de hasta cinco años y en el uso que se le da en la elaboración de dietas diversificadas y saludables.

Se trata de un producto con altas cantidades de vitaminas y minerales y sin gluten, por lo que es ideal para personas con enfermedad celíaca. Además, con él se pueden preparar disímiles recetas de ensaladas con verduras, cremas, croquetas, salsas, dulces, galletas y un sinnúmero de otros platos.

Entre sus propiedades medicinales se distingue por prevenir el cáncer, la diabetes y las afecciones cardiovasculares. Favorece la regeneración celular y la buena digestión. Se recomienda en casos de debilidad física, anemia, menstruaciones abundantes y estrés.

Es un buen alimento animal y ese es el mayor destino del poco mijo que se cosecha en el territorio. También se usa como controlador biológico y en el diseño de barreras vivas que limitan el efecto del viento. En Las Tunas se emplea, además, para multiplicar el hongo de las micorrizas en la producción de Ecomic.

Mijo recién sembrado en la CPA Calixto SarduyMijo recién sembrado en la CPA Calixto Sarduy.

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