
Addis Abeba.- Para Etiopía, África debe desarrollar la capacidad de alimentar a su propia población utilizando sus recursos, innovación y determinación, trascendió en un evento internacional que culmina hoy.
El ministro de Agricultura etíope, Addisu Arega, al intervenir en la Conferencia Internacional sobre la Garantía de la Soberanía Alimentaria en los Países Africanos, dijo que la independencia está fundamentalmente ligada a la dignidad, la estabilidad y la autonomía económica.
Arega, en ese sentido, destacó que Addis Abeba situó la transformación agrícola en el centro de su agenda nacional de desarrollo.
“Nuestro enfoque es claro: reducir la dependencia de las importaciones, aprovechar mejor nuestros recursos hídricos y de la tierra, modernizar nuestros sistemas de producción y construir un sistema alimentario productivo, competitivo y sostenible”, afirmó.
Mencionó las iniciativas en curso, como la expansión del riego, la ampliación de la mecanización y el fortalecimiento de la comercialización mediante la agricultura en clústeres, describiéndolas como pasos hacia una nueva era en el sector agrícola del país.
“Entre nuestros logros más notables se encuentra la iniciativa de trigo de regadío, que ha transformado a Etiopía de un país importador neto a uno que satisface plenamente su demanda interna y que ahora avanza hacia convertirse en exportador neto”, acotó.
El funcionario africano aprovechó la ocasión para enfatizar la alianza de larga data con Rusia, país junto con el cual organizó el evento de dos días, describiéndola como un reflejo de la comprensión compartida de que el desarrollo sostenible requiere inversión a largo plazo y una alineación estratégica.
Por su parte, el embajador ruso aquí, Evgeny Terekhin, subrayó que alimentar a la creciente población mundial sigue siendo uno de los mayores desafíos actuales, especialmente en los países africanos, donde la población alcanzó los mil 500 millones de habitantes.
En este contexto, Terekhin reafirmó el papel de Moscú como socio fiable para las naciones del continente, incluida Etiopía, particularmente en el sector agrícola.
Precisó que la cooperación con Addis Abeba se extiende a lo largo de más de un siglo, basada en la confianza, el respeto mutuo y un enfoque responsable en el cumplimiento de las obligaciones.
Calificó de altamente simbólica su elección como sede de la conferencia, resaltando el papel de la ciudad como capital en rápido desarrollo, centro regional clave y sede de numerosas organizaciones internacionales que trabajan en desafíos globales. (PL)

