El consejero electoral hondureño Marlon Ochoa denunció este martes que se pretende ejecutar un "golpe" de Estado en su país, luego de que la directiva del Consejo Nacional Electoral decidiera convocar a un pleno para proclamar a los ganadores de los comicios generales del pasado 30 de noviembre sin terminar de procesar todas las actas de escrutinio, debido a la presión estadounidense.
"Esta elección, una vez más, fue una elección condicionada, controlada y dirigida desde el extranjero. La intervención extranjera en esta elección ha sido la más vulgar y descarada en toda la historia de nuestro país", sostuvo el funcionario ante los medios, tras difundir un conjunto de audios que demostrarían la componenda y que se comprometió a consignar ante el Ministerio Público.
En el mismo orden, aseguró que "el rosario de acciones que ha emprendido el Gobierno de EE. UU. contra la voluntad popular en este proceso electoral" ha incluido amenazas de "sanciones económicas", si no se anuncia como vencedor al favorito de Washington, Nasry Asfura.
"¿Por qué la velocidad? ¿Por qué la agilidad? Está a la vista: se pretende desmovilizar al pueblo, que el pueblo no tenga reacción, porque el día de mañana es un día festivo (…) y pretenden ejecutar otro golpe de Estado, tal como ejecutaron el golpe del 2009, que fue en la madrugada, el golpe judicial del 2012, que fue en horas de la noche. Y ahora, que estamos aproximándonos a una festividad, no quieren que el pueblo reaccione de una manera movilizada y organizada a este golpe de Estado electoral", acusó.
Ochoa cifró sus esperanzas en la actuación transparente de la Justicia, para que "en Honduras pueda existir democracia, para que en Honduras a los presidentes los pongan los hondureños y no los presidentes de otros países".
Más de tres semanas después de los comicios, Honduras sigue sin resultados definitivos, con una disputa ajustada entre Nasry Asfura, del Partido Nacional, y Salvador Nasralla, del Partido Liberal, que mantiene al país en un clima de incertidumbre política.
