Las Tunas.- En un partido en el que la perseverancia fue la clave, los Leñadores de Las Tunas encontraron en el bate de Luis Antonio Pérez Hemminges el antídoto perfecto para frenar una racha de cuatro derrotas. Su grand slam en la cuarta entrada del segundo juego, el primer cuadrangular de su carrera en series nacionales, catapultó al equipo tunero a una victoria de 4-3 sobre los Tigres de Ciego de Ávila, dividiendo así en la doble jornada pactada a siete entradas por juego en el estadio Julio Antonio Mella.
El primer compromiso había sido una amarga pastilla que tragar. A pesar de iniciar con ventaja, los de casa cedieron en el último episodio ante un rally de dos carreras de los avileños, que se impusieron 4-3.
EL INNING DE LA REDENCIÓN
El abridor tunero, el joven Sergio Aurelio Fernández, no logró profundidad. Los Tigres se adelantaron en la segunda entrada con un sencillo de Brayan Romero, que remolcó a Jorge Luis Contreras. En la tercera, Jorge Luis Contreras amplió la ventaja avileña con un solitario jonrón al jardín derecho, poniendo el marcador 0-2.
La respuesta tunera llegó con estruendo en la cuarta entrada. Yosvani Alarcón se embasó por error del receptor y, tras jit de Henry Quintero, boleto a Maikel Yordan Molina y dos outs intercalados, llegó el momento cumbre. El jovenzuelo del municipio de Amancio conectó un imparable batazo de línea, que impactó con dureza sobre el pavimento de la avenida Frank País, volteando el marcador a favor de los Leñadores, 4-3. Fue un grand slam que electrizó al "bosque encantado".
Desde allí, el bulpén tunero se encargó del resto; especialmente Rodolfo Díaz, conteniendo a la ofensiva rival. Este lanzador se hizo con la victoria, lanzó 2,1 entradas sólidas y permitió solo dos jits. La presión llegó en la séptima entrada, cuando Ciego de Ávila colocó corredores en primera y tercera con dos outs, ya con el taponero Alberto Pablo Civil sobre el box. Pero el cerrador puertopadrense, con la frialdad que lo caracteriza, obligó a un fly para firmar su cuarto rescate y asegurar el éxito de los suyos.
Durante el desafío, el lanzador de Ciego de Ávila, Liomil González, recibió un fuerte pelotazo bateado por Yordanis Alarcón, por lo que tuvo que ser trasladado al hospital Ernesto Guevara. Según el reporte del doctor Nelsido Benítez Rosales, médico del equipo avileño, en la institución hospitalaria se le realizó una tomografía, que arrojó como resultado un hematoma de 1 milímetro en la región temporal derecha. En la noche de este viernes, el jugador se encontraba consciente, estable, aunque con dolor en la región del golpe y mareos. No obstante, los facultativos indicaron que Liomil deberá permanecer en Las Tunas, bajo el chequeo constante de un grupo multidisciplinario del "Guevara".
UNA DERROTA QUE DOLIÓ
En el primer partido, los Leñadores desperdiciaron una labor aceptable de Yosmel Garcés, quien trabajó cinco entradas y solo toleró tres carreras. Las Tunas había construido una ventaja de 3-1, pero en la séptima y última entradas el relevista Keniel Ferraz no pudo contener el empuje final de los Tigres. Un sencillo de Reinaldo Valdivia, combinado con un error defensivo, permitió que dos hombres pisaran la goma, dándole la vuelta al marcador.
Esta victoria de reacción en el segundo juego es vital para la moral de los Leñadores (10-6), que se reafirman en la zona de clasificación. Dividir en el arranque de la serie particular no suena mal, después de un inicio complicado por los problemas logísticos que retrasaron su inicio.
