Reiter tiro con arco

Las Tunas.- En el mundo del deporte algunos caminos son rectos y otros toman curvas inesperadas, para alcanzar su meta final. La historia de Reiter Téllez Velázquez es la de un atleta que cambió el mapa y la brújula por el arco y la flecha, y desde entonces no ha dejado de sembrar triunfos para Cuba.

Todo comenzó a dos cuadras del estadio Julio Antonio Mella, el escenario donde la grabadora de esta periodista se dio cruce con uno de los mejores entrenadores del tiro con arco de nuestro país.

Con apenas 12 años, el deporte se convirtió en el paisaje natural de la vida de Reiter. "Por eso me gusta la pelota, venir aquí cuando estoy en Las Tunas y hay partido. Mi recorrido atlético fue amplio y diverso. Practiqué esgrima y lucha, hasta que encontré mi camino en la carrera de orientación, una disciplina que combina la resistencia del cross country con la destreza de usar un mapa y una brújula.

“Fui atleta de la selección nacional durante cinco años y tres veces campeón de Cuba hasta que, en 1994, el deporte fue eliminado del sistema cubano, por no ser olímpico. Por suerte, un amigo tuvo la osadía de invitarme a ser entrenador de tiro con arco, llegué a la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético (ESPA) de Las Tunas como un 'indio' -dice jocosamente-, porque ni yo ni mis alumnos dominábamos la disciplina en profundidad. Pero no desistimos”.

Su bautismo como entrenador en una competencia nacional, en 1995, le indicó la ruta por seguir. "Me di cuenta que lo que yo veía con los muchachos acá en la provincia no tenía nada que ver con lo que realmente sucedía. Ese fue mi impulso para empezar a preguntar, preocuparme e interesarme de verdad”.

Rechazó propuestas para mudarse a otras disciplinas o cargos. "Lo mío era trabajar, quería formar atletas” y con esa idea en su mente empezó desde cero con la categoría escolar, luego juvenil. Estudió en un curso de formación en La Habana y, con paciencia, comenzó a ver los frutos.

“En 1996, con la atleta Julieta González Botello logré, por primera vez, que una tunera en tiro con arco se ubicara entre las ocho finalistas a nivel nacional. En 1998 llegaron las primeras medallas para la provincia, una plata y un bronce en los Juegos Escolares. Al año siguiente,11 medallas. En ese propio calendario logramos una campeona nacional y me reconocieron como Mejor Entrenador de Cuba".

En el 2002 su equipo subió al podio por primera vez en el evento nacional juvenil, como subcampeones de Cuba. "Nos quedamos a un punto del primer lugar. Fue algo muy bonito. Esos éxitos tuvieron un sabor agridulce, logrados contra todo pronóstico, porque no teníamos flechas, no teníamos arcos. Fue Luis Daniel del Risco, uno de los grandes artífices de poder contar con los primeros recursos en el tiro con arco en Las Tunas".

Su talento como líder traspasó fronteras. De 2002 a 2004 trabajó en México, en un estado que ocupaba los últimos lugares nacionales. Bajo su dirección, el equipo escaló hasta el octavo lugar en la Olimpíada Nacional Mexicana, obteniendo las primeras medallas para ese estado.

En 2007 llegó el primer gran llamado, trabajar con el equipo nacional juvenil en Sancti Spíritus. “Allí comencé a forjar la carrera de Hugo Franco, con quien conquisté tres títulos juveniles y tres récords nacionales, clasificando para los Juegos Panamericanos de Guadalajara. Fue un momento bonito con un atleta entregado.

“Tras mi regreso a Las Tunas por problemas personales, en 2011 asumí un nuevo reto con el equipo nacional femenino de mayores. Con este plantel coseché tres medallas -una de plata y dos de bronce- en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla 2018.

“Desde el 2022 dirijo al equipo nacional masculino de mayores. Ha sido una linda experiencia, pero el trabajo es difícil, los recursos que hemos logrado han sido a ‘pulmón’.

“Un ejemplo vivido de esta lucha fue la medalla de bronce en los Juegos Centroamericanos de San Salvador 2023, porque antes de entrar a discutir las medallas se nos partió el arco. La solución llegó de la solidaridad deportiva, un atleta de Colombia nos prestó un juego de equipamiento. Empezamos a discutir la medalla, pero el equipo no estaba ajustado, Hugo no tenía la mira todavía hasta que pudo cogerla, no habíamos tenido el tiempo suficiente para acoplarla. Esa medalla, ganada contra todo pronóstico, supo a oro.

“El camino no ha estado exento de dolor, hemos lamentado la pérdida de familiares encontrándonos a minutos de una competencia, hemos llorado; pero seguimos nuestra misión, que es siempre, aspirar a traer una medalla a casa".

reiter1¿CÓMO SE SIENTE EL REGRESO A CASA?

Reiter no esconde sus raíces. "Me gusta mucho estar aquí, todavía tengo a mi esposa acá, a mi hermano y mi barrio. Me encanta la pelota, ellos lo saben. Al movimiento deportivo tunero yo lo llevo en el corazón. Mis primeros pasos los di como atleta, como entrenador y creo que queda mucho por hacer todavía, quizás no quede mucho tramo que recorrer como entrenador, pero siempre estarán las ganas de regresar a la tierra. Yo, por lo menos, soy bien arraigado a Las Tunas.

“Mis sueños competitivos siguen intactos. Añoro una medalla olímpica, una medalla mundial, una medalla panamericana que no la tengo con el equipo, pero creo que vamos a lograrla en este ciclo que viene, tengo atletas con potencial para eso", afirma con la misma fe que lo llevó, hace décadas, a transformar la carencia en oportunidad.

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