Las Tunas.- Un valioso trabajo de asesoría, estudio y atención a los procesos y al clima sociopolítico en la Universidad de Las Tunas desarrolla el Observatorio Social (OS) de esta institución de la Educación Superior cubana, creado hace un lustro atrás como un espacio interdisciplinario en condiciones de aportar a la eficacia y eficiencia de las decisiones en beneficio de la comunidad universitaria.
Con tres direcciones fundamentales de trabajo, este ente respalda de forma teórica las investigaciones de la casa de altos estudios y convoca a repensar categorías y conceptos, de frente a nuevos contextos políticos, ideológicos, tecnológicos y comunicacionales en los que urge estar mejor informados.
Al unísono, sitúa estos saberes en la práctica de la formación en valores o en la propia actividad extensionista, al tiempo que tiene una dimensión antisubversiva directa como valladar frente a los ataques a la Educación Superior en Cuba y los esfuerzos por desinformar e influir en la población joven de la Isla.
El doctor en Ciencias Filosóficas Carlos Alberto Suárez Arcos, quien coordina a este equipo de trabajo, refirió recientemente al periódico Granma que "el Observatorio lee señales, identifica procesos y sobre la base de la experiencia que va acumulando se atreve a hacer diagnósticos, asociados a posibles conductas, patrones, tendencias, que, obviamente, tienen consecuencias asociadas en la memoria, los sentidos, la ideología, la política y la comunicación.
"Tengamos en cuenta que el profesor Fernando Buen Abad habla de un ciber autismo social y comprendiendo a fondo el porqué de esa definición, entendemos que la batalla que se libra en este momento es por atraer los sentidos, tener la atención del sujeto y eso implica emocionar, motivar, romper con la tradicionalidad de los procesos. Incorporar dinámicas novedosas", explicó.
Como muestra de la actividad emprendida, el Observatorio de la Universidad de Las Tunas, junto a estudiantes de la carrera de Derecho, trabajó en la divulgación, análisis y comprensión del proceso de elecciones nacionales, accionar antes desarrollado en los comicios municipales, el referendo del Código de las Familias e, incluso, durante la covid-19.
En medio de un intenso quehacer legislativo, expertos de OS también contribuyeron a la Ley de Símbolos, la de Pesca y de Comunicación Social, y en el futuro prevén aportar a este ámbito en el entorno comunitario tal y como propone la última de estas normas legislativas.
"Si bien el origen está determinado por el perfeccionamiento del trabajo en el Ministerio de Educación Superior, sus resultados trascienden el ámbito universitario y dan respuesta al llamado del presidente de que la academia contribuya a dinamizar el acontecer social. En este sentido, algunos ejemplos dan cuenta del Proyecto de Desarrollo Comunicacional. Técnicas para el perfeccionamiento de la comunicación comunitaria desde la formación en valores y la historia de Cuba".
Además, detalla, participan de otros proyectos, como es el caso de Diseño Metodológico del índice de vulnerabilidad multidimensional, rectorado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y en virtud del cual se capacita a trabajadores sociales y se interactúa con personas sin vínculo laboral y estudiantil, unido al acercamiento a otras problemáticas.
De la misma manera el Observatorio coordina el proyecto nacional Comunicación política. Teoría y praxis para la dirección partidista y gubernamental de procesos ideológicos, el cual abre horizontes a un ejercicio cada vez más importante en este campo del intercambio con el pueblo.
Con el objetivo de contrarrestar la campaña mediática y cultural contra Cuba, las modelaciones realizadas por el OS favorecen, igualmente, el desarrollo humano y sostenible de la sociedad y, a la vez, resultan de gran valía en medio de un ecosistema digital en el que, constantemente, se tergiversa la realidad nacional.
