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Las Tunas.- Para Yanelis Heredia Goulet, los sucesos de finales de septiembre que ocasionaron la muerte de un muchacho de solo 16 años de edad, fueron la cúspide de eventos aislados que ya se venían vislumbrando ante el incremento de comportamientos violentos en muchos adolescentes. Con las manos aún en la cabeza, habla de las responsabilidades que en estos momentos le quitan el sueño, al frente de la secundaria básica Wenceslao Rivero, de esta ciudad.

"Estuvimos al corriente de lo acontecido y nos mantenemos siguiendo el proceso porque uno de nuestros estudiantes permanece actualmente sujeto a investigaciones para aclarar los hechos -comenta-. Nos golpeó la noticia, el dolor, pero, sobre todo, nos convoca a reforzar las estrategias de prevención para que no se repita otra fatalidad como esta".directora de la secundaria Wenceslao

La directora, con la juventud que la caracteriza y la osadía de llamar los fenómenos por su nombre, comparte con 26 que desde el curso anterior la preocupación ronda alrededor de la tenencia de armas blancas en los planteles escolares.

"Caracterizamos a un alumno que traía un cuchillo a la escuela, imagínese la gran responsabilidad que enfrentamos. Fuimos hasta la comunidad, nos entrevistamos con los vecinos para conocer su desenvolvimiento social, mas ninguno quiso aportar algún elemento, nos cerraron las puertas, por así decirlo.

"Adoptamos la táctica de cambiarlo de grupo y ver cómo se comporta en otro contexto y controlado. A la par hemos realizado las entrevistas pertinentes con Atención a Menores; confirmamos que nuestra premisa es garantizar la seguridad dentro de la institución".

Desde las últimas jornadas de septiembre, la "Wenceslao" tiene un ritmo diferente, los rostros más jóvenes se colorean de expectación y se ha incrementado el control no solo de quienes traspasan su puerta, sino de los que gustan de aglomerarse a las afueras y devienen caldo de conflictos.directora de secundaria El Cucalambé

"En estos días detectamos a unos muchachos al frente, llamamos al Grupo de Inspección de la Dirección General de Educación del municipio y enseguida vinieron y se los llevaron. Vamos a ser rigurosos con tales actuaciones, es nuestro deber.

"Los profesores guías están alertas para que no pase desapercibido ningún incidente. De ellos depende también detectar qué traen en las mochilas, con quién se relacionan. Si algo sabemos hoy es que no puede descartarse ni el menor episodio".

En los salones de la secundaria El Cucalambé, el diálogo con Beatriz Reyes Suárez, directora del centro, aporta criterios muy particulares sobre el desenvolvimiento de los adolescentes y los retos que carga ese recinto.

"Como escuela estamos muy pendientes ante cualquier eventualidad. Tenemos a un estudiante involucrado en los recientes acontecimientos, y en un primer instante hubo padres que traían y buscaban a sus hijos por miedo, algunos no querían que asistieran a clases porque desde las redes sociales divulgaron que se cobraría justicia y muchos temimos que se desatara más violencia.

"En el caso nuestro, el estadio Ángel López Jiménez (Chiquito) y la Sala Polivalente atraen mucho a los educandos. Allí se juntan a la salida, se fajan y demás. Por eso, no les perdemos ni pie ni pisada. Hace poco hubo una bronca entre estudiantes nuestros y del Politécnico cercano; gracias a los docentes evitamos problemas mayores.

“Hemos notado algo: los padres, de alguna manera, les bajan intensidad al cuidado de los hijos cuando llegan a la secundaria, como si ya fueran grandes. No entienden que transitan por una etapa más compleja, que requieren acompañamiento".

JUGANDO A SER HOMBRES

Eulícer Escalona Escalona, subdirector de la Dirección General de Educación en el municipio de Las Tunas, cuenta que desde hace varios meses en su entidad han notado la proliferación de pequeños grupos que se unen por motivos culturales (siempre tan edificantes), como la afición al rap, pero que debido a varios agentes y mediaciones termina siendo un encuentro de conductas impropias, adicciones, ilegalidades y actúan, con gran frecuencia, sin el debido ojo regulador de la familia.

"Hemos identificado el consumo de drogas porteras como el cigarro, el ron y, sobre todo, el incremento de la violencia.Eulicer Escalona Escalona subdirector de la dirección general de Educación

"Vivimos una situación muy tensa, derivada de la muerte del menor, tenemos a 13 estudiantes sujetos a investigación que pueden afrontar procesos penales, aunque no lleguen a la mayoría de edad. De más está decir que intensificamos las estrategias de prevención en las instituciones escolares y de conjunto con la Fiscalía, el Ministerio del Interior, el Gobierno y el Partido vamos a velar para que nuestros educandos no estén envueltos en hechos tan lamentables.

"Debo enfatizar que estas manifestaciones violentas hoy no tienen lugar en el interior de las escuela, sino en la calle, a altas horas de la noche, cuando es responsabilidad de la familia el cuidado de sus hijos. Sin un adecuado control parental no vamos a ganar esta batalla".

Escalona asegura que Educación no solo tiene un equipo de Trabajo Preventivo, también labora y se apoya en los grupos de Trabajo Comunitario, pero estos no siempre respaldan ni se sienten partícipes de la formación integral de los más bisoños.

DE LA PERMISIBILIDAD AL DESCUIDO

En las noches, sobre todo los fines de semana, la ciudad se vuelve tierra de nadie para un número considerable de jóvenes que se acercan a la "diversión", a los vicios y la violencia; cuando por su edad deberían ser otras sus actividades o compañías.

De estos escenarios afloran acciones vergonzosas que han marcado la tranquilidad del Balcón de Oriente, provocando caos, como la piedra arrojada por un adolescente a una intérprete local en medio de su presentación, durante la Jornada de la Cultura por el aniversario de la urbe capitalina. Lamentablemente, este comportamiento tampoco es un episodio aislado.desfile martiano adolescentes

Desde la Dirección Provincial de Cultura (DPC) crece una preocupación tangible por el escenario que enfrentan las instituciones recreativas de viernes a domingo, al punto que decidieron notificar su temor a la Policía en busca de la seguridad del talento artístico.

"Hemos sufrido en los últimos meses ataques a artistas en espectáculos, así como a administrativos y porteros de nuestras instalaciones -puntualiza Carlos Enrique Téllez Tamayo, subdirector del ramo en el territorio.

"Ante un aumento tan notable de la violencia, en el cabaré Bajo las Estrellas el administrador decidió 'confiscar' armas blancas y es preocupante la cantidad de cuchillos, punzones y cadenas de bicicletas que están en su poder y que fueron confeccionados o portados con el objetivo de provocar daño.

"Allí sobresale la presencia de niños de 12 y 13 años los fines de semana, sin supervisión de adultos. Adoptaron la medida de no permitir la entrada de botellas de vidrio, regular el consumo de bebidas alcohólicas; pero ratifico que se requiere mayor protección policial, porque en ocasiones nos preocupa la integridad de los artistas.

"Hay otros bares en los que prohibimos la entrada de menores de edad, como la Casa de la Música. En locales cerrados podemos vigilar más el asunto, pero en áreas abiertas como las inmediaciones del estadio Chiquito, Buena Vista o la Polivalente, resulta imposible".

Zenia Ross Quiles, jefa del Departamento de Programación y Comunicación en la DPC, comenta que, debido al alza de tan inquietante panorama, la institución refuerza su accionar dentro del Grupo de Prevención Social, del cual forma parte junto a otras entidades.

"Estamos yendo al interior de las comunidades, pues de ahí vienen los mayores problemas. Ahora realizamos en los consejos populares un levantamiento de las familias disfuncionales, los jóvenes y adolescentes con conductas violentas. Una vez que los identificamos nuestro objetivo es insertarlos a algún proyecto cultural. No vamos a quedarnos de brazos cruzados. Queremos incidir desde la cultura".

adolescentes Foto Rey 1LA FAMILIA, CUNA DE ¿RESPONSABILIDADES?

Para la doctora Madley Parra, jefa del servicio de Psiquiatría en el hospital pediátrico Mártires de Las Tunas, las manifestaciones de violencia que tiñen hoy la cotidianidad de tan sensible segmento poblacional obedecen a dos causas muy puntuales y la primera está asociada al consumo de drogas.

"Actualmente estamos evaluando a muchos pacientes con drogodependencia en nuestra institución. Puedo asegurar que antes veíamos dos o tres casos al año y ahora vemos dos o tres cada mes.

"Los muchachos están consumiendo pastillas mezcladas con alcohol, pero también mariguana y otras sustancias más nocivas. Algunos llegan con cuadros asociados a intentos suicidas y otros vienen pidiendo ayuda ante la aparición de alucinaciones y signos de pérdida de la cordura.

"En la escuela de formación integral Celia Sánchez, que popularmente conocemos como la de menores, nuestro servicio realiza la evaluación psiquiátrica de esos alumnos que no sobrepasan los 16 años y constituye casi una generalidad que vienen de hogares disfuncionales y ahí está la otra cuestión vital: la familia como institución es el primer eslabón flojo en nuestra sociedad", ilustra la especialista.

Y concluye: "Los jóvenes y adolescentes requieren de supervisión", para dejar claro que de otra manera las consecuencias son insospechadas.

EL PESO DE LA LEY

El contexto triste que trajo las últimas horas de septiembre puso a varias familias tuneras, implicadas directa e indirectamente en el suceso, frente a la disyuntiva de los alcances de la responsabilidad penal en adolescentes y jóvenes.Norge Nosley Sastre García fiscal jefe del Departamento de Organización y Planificación

Norge Nosley Sastre García, fiscal jefe del Departamento de Organización y Planificación, explica a 26 que, por la prevalencia de delitos, el país se vio en la necesidad de fijar en los 16 años la responsabilidad penal, aun cuando en lo civil se les exijan los 18, la mayoría de edad, para cuestiones como, por ejemplo, contraer nupcias.

"Realmente podemos constatar que la incidencia delictiva sigue en ascenso -subraya-, en la provincia encontramos a jóvenes cometiendo hechos que atentan contra la vida y la integridad corporal, y en quebrantamientos contra los derechos patrimoniales, especialmente robos con violencia o intimidación en las personas.

"Ante estas conductas, nos respaldamos en el Código Penal para fijar las sanciones, teniendo en cuenta los fines de la pena, pues se trata de prevenir la comisión de nuevas contravenciones, reprimir por el delito cometido y reinsertar socialmente al sancionado sobre la base de los principios del estricto cumplimiento de las leyes y normas de convivencia social.

"Eso se hace sin perder de vista la lesividad de los hechos, las circunstancias en las que ocurrieron y las características personales de los autores. Dejamos claro que cuando se trata de manifestaciones de violencia extrema nuestra política penal es coherente, solicitamos las sanciones más rigurosas y en el caso de la medida cautelar prevalece la prisión provisional".

El fiscal expuso que los menores de 18 años son ubicados en establecimientos, áreas especialmente destinadas para ellos o en secciones separadas de las previstas para otros grupos etarios.

Aclaró que la Ley vigente favorece al rango entre 16 y 18 años. El Código Penal establece en su Artículo 18 que, para el caso de estas edades, cumplidas en el momento de cometerse la falta por la que se sea declarado responsable, los límites mínimos y máximos de la sanción pueden ser reducidos hasta la mitad; así como se reserva la prisión provisional para los delitos graves, que revistan connotación social o económica, afecten el orden constitucional del país, se utilicen medios o formas que denoten desprecio para la vida humana o resulte una reincidencia.

Daisy Torres Álvarez fiscal jefa de Protección a la Familia y Asuntos JurisdiccionalesRespecto a los menores de 16 años involucrados en tal amalgama de acontecimientos, Daisy Torres Álvarez, fiscal jefa de Protección a la Familia y Asuntos Jurisdiccionales, aclara a nuestro Periódico que para su tratamiento se disponen medidas según las normas del Ministerio del Interior, teniendo en cuenta el hecho que para otras edades serían constitutivas de delito, pero ellos no resultan imputados.

Justo en ese universo poblacional, Torres Álvarez enfatiza en la necesidad de que los progenitores cumplan con su responsabilidad. "En este año, más allá de las cifras, hemos recibido varias denuncias de padres incumplidores y se han dispuesto por los tribunales sanciones de privación de libertad para ellos y otras subsidiarias como trabajo correccional con internamiento, sin internamiento y limitación de libertad.

"No solo se sanciona, después se les brinda un seguimiento y control mediante el juez de ejecución, para que cumplan con los deberes de cuidado a sus hijos. La Fiscalía forma parte del Grupo de Prevención Social y en función de la protección de los menores realiza apercibimientos, advertencias, dinámicas familiares, de manera preventiva; pero cuando persiste la desatención son suspendidos o privados del ejercicio de la responsabilidad parental.

"Hacemos un llamado a la sociedad, porque no todos los padres o tutores están cumpliendo con sus obligaciones cuando hay niñas, niños y adolescentes deambulando a altas horas de la noche por la vía pública y en lugares recreativos sin supervisión, algunos fumando o ingiriendo bebidas alcohólicas y que terminan involucrados en riñas tumultuarias, o sucesos que atentan contra la vida y la integridad corporal".

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En cada institución las alarmas están prendidas. Aunque es, ante todo, responsabilidad de la familia guiar a los suyos por caminos más certeros, los hechos han demostrado que la prevención y el enfrentamiento a la violencia entre los más bisoños requieren miradas y estrategias multifactoriales, las cuales en Las Tunas, ahora mismo, piden a gritos una mayor imbricación, un trueque definitivo en plena garantía a la seguridad colectiva.

 

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