actoiniciocurso26Las Tunas.- Por estos días las señales no faltaron. El almanaque no fue el único cómplice. Padres y madres buscaban entre las ofertas de los garajes que venden cualquier tipo de artículos, en los mercados industriales, entre vecinos...

El esperado curso escolar es hoy un hecho, pero armar las mochilas, estrenar uniformes, “estirar” los del año anterior o reponer lo que no hay manera de volverse a usar es más complicado.

La crisis creada por la mortífera pandemia de la covid-19, el reordenamiento económico y lo escaso que anda todo hacen las suyas. Sin embargo, la alegría de ir por primera vez al aula y tener una maestra asalta y le sale por los ojos a Liam Rafael y Antony, los más pequeños de mi edificio. Ese prescolar los trae de fantasías y emociones.

Por allá Caleb, el hijo de mi colega y amiga Yelaine, tampoco queda atrás. Un poco más lejos, otro piquete de “principiantes” me cuentan que no querían ni acostarse el 4 de septiembre. A esta hora en que escribo, duermen, mientras mamá apura y hala el amanecer para evitar contratiempos. En mi sala cuelga un uniforme de la Enseñanza Politécnica. Sé de buena tinta que el tercer año de Contabilidad trae pompas en el pecho por el rencuentro y la proximidad de graduarse nueve meses después.

Es la fiesta escolar, la promesa cierta de que es el camino hacia la puerta futura. El momento grande de la familia tunera, cubana. Es la tradición de un principio inviolable: hay que llegar puntual y estudiar. Es Cuba que se levanta con las alforjas llenas de hierros pesados, pero se levanta.

Certezas apuntalan esta algarabía de inundar nuevamente las calles de la provincia con los colores de los uniformes, los abrazos y las prisas: Las Tunas es la única que comenzó el curso escolar 2022-2023. Las restantes reanudan el anterior. Existe la continuidad para más de cuatro mil alumnos que terminaron la Secundaria Básica. De los egresados del Preuniversitario, más del 98 por ciento llenará las universidades. Hay cobertura docente y unos 700 nuevos graduados en disciplinas pedagógicas fortalecen el Sistema del Ministerio de Educación aquí.

Este lunes se respiraron aires con matices distintos. Libretas nuevas, libros hechos entre el ingenio doméstico y muchas manos que aportan desde el cuentapropismo, las impresas privadas o los estantes de amigos. Lo importante es que los cuadernos estén en el pupitre y el tiempo lectivo cumpla sueños y objetivos.

Volaron las golondrinas y se llevaron el verano. Chao vacaciones. ¡De nuevo la escuela! Y es como el arcoíris. Todos buscan retenerlo en los ojos. Siempre es especial ese momento de pasar la puerta, formar filas en la plaza, sentir la cercania del maestro o el profe y entrar al aula.

Este 5 de septiembre nada cambió. Más esforzado, sí, pero de que fue un lunes de emociones y esperanzas, de sonrisas y amor, no existen dudas. Busque su rendija y mire...hay mucho de bueno en todas partes, es un suceso grande de nuevo la escuela. Por estos días las señales no faltaron.

 

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