Las Tunas.- Bastaría un simple vistazo al quehacer de la empresa agroindustrial azucarera Majibacoa, 28 días después de iniciadas las operaciones de zafra, para caer en la cuenta de que el buen funcionamiento que distingue a su central es fruto de unas reparaciones hechas a conciencia, sin regatear esfuerzos.
Un índice acumulado de tiempo perdido por interrupciones operativas y roturas industriales de apenas el 1,4 y 2,55 por ciento, respectivamente -posiblemente uno de los mejores del país- respalda el sentir de obreros y directivos cuando aseguran que la industria está "en talla", en condiciones técnicas para procesar cualquier cantidad de alimento que llegue a la boca del tándem.
Nada de exageración. Ya lo demostró. "El pasado 11 de febrero, por ejemplo, fue la jornada más productiva que hemos tenido en lo que va campaña. Ese día la fábrica recibió y trituró de un tirón, sin pausa durante 24 horas, cinco mil 83 toneladas de caña -el 78 por ciento de su capacidad potencial-, produjo 559 toneladas de azúcar y obtuvo un rendimiento industrial de 10,85 por ciento, valores todos por encima de lo planificado", argumentó Geomanis Campos Sánchez, director de Informática y Comunicaciones en la referida entidad.
Pero no todo es color de rosa. Desafortunadamente, esa gran fortaleza de la contienda se ha visto muy disminuida por un desabastecimiento de materia prima que paraliza la molienda entre cinco y seis horas todos los días. No por azar el "Majibacoa" acumula en ese acápite solo el 39 por ciento de aprovechamiento.
Tan negativo balance tiene en la empresa Grito de Yara (Granma) su principal sostén, pues de las tres mil 600 toneladas de caña que debe suministrar al central por jornada, solo envía entre 600 y 700 como promedio.
De ahí la urgencia de incorporar a la faena las dos combinadas de alto rendimiento CASE que restan y los siete camiones que esperan por gomas y baterías. Solo entonces esa vinculación jugará el rol para el que fue diseñada.
Se trata en cuestión de sacarle mejor provecho a la etapa actual de la campaña, marcada por valores en el rendimiento industrial con tendencia al incremento y un clima que favorece las operaciones de corte y transportación del dulce tallo.
"Pese a los atrasos -pasan de las cinco mil toneladas de azúcar- todavía estamos a tiempo de ingresar a la nómina de los centrales posibles cumplidores con el plan de producción en Cuba. Tal posibilidad nos anima a trabajar por el fortalecimiento de cada indicador que mide la eficiencia agroindustrial, especialmente con los que deben asegurar un suministro mayor y más estable de materia prima", apunta David Puig Brito, director general de dicha empresa.
Por lo demás, Las Tunas y el país necesitan que ante el mal momento por el que atraviesa el coloso Antonio Guiteras, sus trabajadores también se impregnen del espíritu que anima a los majibacoenses. La historia ha demostrado que de situaciones tan o más complejas que las actuales ellos han salido triunfantes. Esta no debe ser la excepción.
