Las Tunas.- Recién nacido, un elefante fue atado con una soga a un árbol. Pasados los años se transformó en un enorme paquidermo, pero era incapaz de romper sus ataduras. Un desenlace similar al de esta fábula intentan evitar las empresas estatales de nuevo tipo constituidas en esta provincia del oriente cubano, ya bien como filiales o como medianas entidades, cuyo socio mayoritario sigue siendo el Estado. Aprenden, a veces por las malas, el duro arte de decidir por sí mismas cuando hasta ahora habían vivido en un mundo en el que era otro quien lo hacía.
REGLAS NUEVAS, ¿VIDA NUEVA?
Osmany Cortés Hernández dirige la Empresa Integral de Alimentos Sur (IntalSur), que nació a mediados del año pasado como filial de la Empresa Provincial Integral de la Industria Alimentaria. De entonces a la fecha, muchas de las expectativas siguen siendo eso, aspiraciones. Constantes y sonantes sí son su galletera, su fábrica de conservas, su dulcería y su panadería, y el nexo con la casa matriz resulta crucial. Sin embargo, destaca Cortés Hernández, IntalSur tiene personalidad jurídica con autonomía para la toma de decisiones. Eso, afirma, le "permite organizar estrategias de trabajo para incrementar sus ingresos y autofinanciarse".
Su propósito fundamental, explica, aún es "acrecentar los ingresos rentablemente". Porque, apunta, "en la medida en la que se logre no solo satisfacer las necesidades de la población, sino también las del Estado, se pagarán más impuestos y harán mayores aportes al presupuesto". Mas, no la tienen fácil. Vinieron al mundo empresarial doméstico con un patrimonio cedido por su casa matriz, marcado por la falta de transporte, la presencia de equipos obsoletos en sus unidades y, lo que es peor, con déficit de materias primas.
Con todo y eso, Cortés Hernández ratifica la validez del propósito que motivó su creación: "Implantarse en mercados en los que la empresa matriz todavía no desarrolla su actividad y con varios objetivos, como prevenir riesgos y maximizar beneficios".
Según cifras oficiales, hasta el 31 de enero del actual año existían en la provincia ocho empresas similares a IntalSur, emergidas al amparo del Decreto Ley 34 del Sistema Empresarial Cubano, del 29 de abril del 2021. El resto se mueve en las ramas de la Industria Tabacalera, el transporte y la seguridad y protección.
NO TODAS LAS MIPYMES SE APELLIDAN PRIVADAS
Por fuerza de las circunstancias, el acrónimo mipyme se asocia exclusivamente a las sociedades unipersonales de responsabilidad limitada (SURL), constituidas a partir de capital y socios privados. No obstante, no es esa la única forma de gestión pautada en el Decreto Ley 46 del 2021 del Consejo de Estado, emitido a mediados del 2021 y que les dio luz verde.
"Las entidades estatales o cualquier otra estructura organizativa sin personalidad jurídica, que al momento de la entrada en vigor de esta norma cumplan el indicador establecido, pueden solicitar la transformación a mipyme; de conformidad con lo dispuesto y en consecuencia se le aplican las facultades, incentivos y políticas que se establecen", decía el Artículo 20 del mencionado decreto. A su amparo comenzaron a aparecer también en el Balcón de Oriente medianas empresas estatales, eso sí, en una cantidad mucho menor que las filiales. Son apenas tres, concentradas en los servicios digitales y el transporte.
Una es ASI Soluciones Informáticas, resultante de la metamorfosis de la otrora unidad empresarial de base (UEB) en Las Tunas de la Empresa de Aplicaciones Informáticas (Desoft). La intención de esa y otras transformaciones que involucraron a varias de sus antiguas UEB en las provincias, explicó el ente nacional "es dinamizar la estrategia de la empresa a partir de su modelo de negocio de software como servicio y por la fortaleza alcanzada con la integración que nos permite nuestra infraestructura tecnológica".
El titular de ASI…, Yunior Agüero Rodríguez, mira al futuro con optimismo. Pondera la flexibilidad del marco regulatorio en el que operan. Poseen, asegura, mejor capacidad de supervivencia en un entorno hostil. Cuando emprendieron el camino, relata, tenían varios desafíos claros: la descapitalización, la fluctuación del personal y un modelo de negocio obsoleto. La primera ventaja, destaca, es la capacidad de adoptar medidas con mucha más rapidez, en función de los cambios en el mercado.
Explica que transformaron no solo los sistemas de pago y el presupuesto, también redujeron su aparato administrativo, maximizando, precisa, la cadena de valor y la digitalización de sus procesos internos. "Buscamos un salario, en primer lugar, que fuera competitivo, no solo en la cantidad, sino fruto de orientar los servicios hacia ofrecer soluciones integradas a los clientes y en otro sentido hacia la exportación", indica.
Al cierre del 2023, ASI Soluciones pagó a sus trabajadores honorarios que rondaron los 30 mil pesos mensuales; en los tiempos de la UEB rara vez superaron los 12 mil. Mientras que la productividad, acota el directivo, se elevó en un 50 por ciento.
Pero no se trató únicamente de desenvolverse aprovechando reglas que conceden autonomía, subraya Agüero Rodríguez. "Hace falta un grupo de factores internos: un liderazgo desde el consejo de dirección que tenga una estrategia; y muy importante, que haya motivación en el personal. Si los trabajadores no han asumido el desafío, evidentemente no vamos a tener éxito".
Al unísono van adaptándose a dinámicas inéditas con el socio mayoritario, otrora instancia superior, y con otros actores externos. El primero, describe, cuando termina cada ejercicio contable vigila el retorno de su inversión inicial. Pero, insiste el director ejecutivo de ASI…, sin inmiscuirse en cuestiones administrativas o de gestión de la estrategia. Con todo y eso, admite que sigue siendo "un poquito complicado", porque estima que todavía el cambio de la mentalidad va por detrás de los ocurridos en las estructuras.
EL DURO CAMINO DE DECIDIR POR UNO MISMO
Tanto las empresas filiales como las SURL estatales lidian con el mismo problema, se asoman a escenarios económicos que diariamente ponen a prueba su supervivencia y lo hacen a menudo con las mismas personas que estaban en tiempos de esquemas más rígidos y verticales. Quienes están en cargos de dirección con frecuencia afrontan un desafío subjetivo en nada despreciable: dejar de ser meros cumplidores de tareas y convertirse en tomadores de decisiones reales, lo cual implica el temor al error que puede conducirlos al inmovilismo.
Ante el propio Presidente cubano, hace poco directivos de mipymes estatales enumeraron varias cuestiones que entorpecían el avance de sus respectivos emprendimientos. Entre los más relevantes, señalaron las resoluciones que regulan las dietas, las diferencias en cuanto a mecanismos bancarios, el acceso al mercado cambiario y las demandas de datos por parte de la Oficina Nacional de Estadística e Información.
A pesar de esos escollos, la idea de formar entidades de este tipo sigue siendo atractiva para otras organizaciones empresariales públicas del territorio. De hecho, pesos pesados del patio como Acinox Las Tunas tienen sobre la mesa la posibilidad de constituir una mediana empresa que potencie sus capacidades productivas y capital humano en servicios y productos paralelos a su cometido fundamental. Sería, adelantaron sus directivos, un freno al éxodo de sus profesionales sumamente calificados.
PREGUNTAS SIN RESPUESTA
Tal vez sea demasiado temprano para asegurar que las filiales y las mipymes estatales serán completamente exitosas. Hasta finales del año pasado, las segundas parecían tenerlo más fácil, pero habrá que ver qué ocurre luego de que cesaran los incentivos fiscales vigentes para ellas. Asimismo, el programa económico gubernamental parece apostar por robustecer las empresas estatales tradicionales y eso, quizás, obre a favor de que en el futuro aparezcan más filiales.
Lo que sí luce claro es que transformar las estructuras empresariales ayuda; si no que les pregunten a los directivos y empleados estatales mucho más motivados con estas nuevas formas de gestión. No obstante, esos cambios por sí solos no traerán el urgente despegue que necesita el sector público dentro de la economía de la provincia.
