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El 23 de Junio es el Día Internacional de la Mujer Ingeniera, fecha para destacar su contribución a este campo y al avance tecnológico y científico de la sociedad; fecha para fomentar la igualdad de género en una disciplina en la que es minoría la presencia femenina. De eso y más habla esta especial entrevistada de 26

Las Tunas.- El día que Heiki Morales Pérez supo que sería ingeniera mecánica, tras el otorgamiento de la plaza en la Universidad de Camagüey, su felicidad entró en contradicción con el criterio de su madre por haber elegido una “carrera de hombres”.

“Yo estaba segura de que iba a estudiar una ingeniería. No me veía en el área de letras o en Medicina”. El tiempo le ha permitido confirmar el orgullo por su profesión y la certeza de haberla escogido.

“Tanto en la especialidad mía, como en la de Eléctrica, entran tan pocas mujeres que comenzamos 12 alumnas y nos graduamos solo la mitad. Conformábamos un equipo único para todos los deportes en los Juegos Taíno”, sonríe, y recuerda aquellos pasillos y aulas a los cuales regresó para cursar también una maestría.

“La mayoría de las personas asocian la Ingeniería Mecánica con la automotriz, la reparación de motores de autos, un overol y una llave en la mano, pero no es así. Hay un campo con mayor amplitud relacionado con el diseño, con la termodinámica, la refrigeración. Es muy relevante para la industria porque enseña los procesos”.

Hoy Heiki es la directora adjunta de la empresa de estructuras metálicas Comandante Francisco (Paco) Cabrera (Metunas). Allí, además de escalar por diferentes cargos de elevadas competencias, ha visto realizar sus expectativas de cuando en una boleta delineaba su futuro.

“Es muy gratificante diseñar obras de gran envergadura, verlas primero en una computadora y luego al cobrar vida en la realidad”. Sin embargo, al graduarse en el 2005 no fue este su destino inicial.

“En aquella etapa, nos colocaron a los dos graduados en la empresa de grupos electrógenos Unecamoto, porque era un momento de auge de la Revolución Energética. A mi compañero lo dejaron allí; por el contrario, a mí me dijeron que por ser mujer quizás no sería capaz de cumplir las tareas. Me devolvieron al SIME (entonces Ministerio de la Industria Sideromecánica), que me reubicó en Metunas y, desde ese instante, trabajo en esta industria.

“Siempre la he apreciado como una gran empresa, capaz de lograr todo lo que se planifica. A pesar de las condiciones actuales del país y de que hemos tenido fluctuación de personal capacitado, continuamos construyendo, fabricando para los sectores más importantes. Prácticamente, dondequiera que se invierte en Cuba, Metunas está presente, y con eficiencia, con calidad”.

La “Paco Cabrera” ha implementado en años recientes la concepción y producción de toneladas de estructuras, por ejemplo, para el polo turístico Ramón de Antilla (Holguín), inversiones de la Unión Eléctrica y de la Zona Especial de Desarrollo Mariel.

En esta última, se encuentra la construcción que podría definirse más compleja de las emprendidas por el colectivo tunero en la etapa reciente: la fábrica de envases de vidrio (en ejecución). Cada una de estas labores, Heiki las describe con la naturalidad y sencillez que le otorgan la sapiencia y una experiencia que no se mide tanto por años como por su determinación y capacidad.

“Ser la directora adjunta de Metunas entraña una gran responsabilidad, reconoce. Es una misión difícil, sobre todo, porque debo estudiar cada día, aprender acerca de elementos que van más allá de mi carrera, el diseño o el proceso productivo. Ahí sobresale, digamos, la economía o conocer el entorno. Y aunque asuntos como la sostenibilidad de la entidad y otros temas competen directamente al director general, he asumido mi preparación paso a paso para colaborar, aportar lo mejor de mí en función de desarrollarnos.

“Más que mi profesión, lo difícil es ser directiva, porque deseas y debes dedicar más tiempo a la actividad laboral. Requiere mucho apoyo familiar y saber llevar el resto de las responsabilidades como, en mi caso, tener una hija adolescente. Se puede lograr y mantenerlo de la mejor manera. Me siento realizada y muy orgullosa de ser ingeniera mecánica”.

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