Las Tunas.- A partir de la década del 70 del siglo XX, la ciudad de Las Tunas fue modernizando su crecimiento. Por ello, las esculturas y murales se hicieron visibles en algunos puntos de la trama citadina.
En la rotonda del Pediátrico, ubicada en la Carretera Central este con circunvalación en Las Tunas, se exhibe una escultura monumental de 15 metros de altura, perteneciente al escultor Pedro Felipe Escobar Mora (1964-2021), graduado de Escultura y Dibujo, en la Escuela Nacional de Arte. En su idea y realización también participaron el escultor René Peña Carbonell, graduado de la misma especialidad en la Universidad de las Artes (ISA), y la arquitecta Grettel Pérez Labrada.
Aunque el binomio René Peña y Pedro Escobar rubricaron varias de las piezas emplazadas en la ciudad, esta obra en cuestión lleva implícita la estética del segundo, presente en decenas de sus creaciones volumétricas. No en balde, ese proyecto resultó ganador en el concurso convocado por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (Unaicc) en el territorio, a propósito del Encuentro de Escultura del año 2000.
Su composición recrea el desembarco de Cristóbal Colón en la Isla y el avance industrial de Las Tunas, simbolizados por materiales de importancia tecnológica como el metal conformado. La base geométrica que -a su vez- resguarda de la intemperie a los encargados de preservar el lugar, sostiene la pieza metálica en forma de parrilla representando una vela sobre el espejo de agua de 20 metros de diámetro, elementos valorados por la Comisión de Escultura Monumental y Ambiental (Codema), quien tuvo a su cargo la selección.
Grettel Pérez Labrada aportó soluciones arquitectónicas en el emplazamiento de la escultura, porque -al tratarse de una pieza de proporciones gigantescas- debía permitir la visibilidad del conductor desde diferentes puntos viales, por lo que se concibió en forma de esterocelosía, para lograr la transparencia. “Fueron varios los retos -confesó la arquitecta-, pues por debajo pasa una red de acometidas telefónicas y electricidad. Por ello, se ubicó en el sitio contrario al concebido, desplazada hacia un lado”.
Por su parte, en el proyecto ejecutivo intervinieron el ingeniero civil Josué Rodríguez y el hidráulico Manuel García, quienes calcularon el cimiento para soportar la estructura metálica y cada nudo de sujeción, así como la colocación de la bomba y los surtidores, determinando la altura que alcanzaría cada chorro de agua, además de la recirculación dentro de la circunferencia.
Otro detalle: las aceras que van del perímetro de la rotonda hasta la fuente representan los puntos cardinales, especie de orientación a los viajeros que llegan o se despiden de la ciudad en contacto con lo mejor de su arte.