Las Tunas.- Una red de "Jóvenes por la Vida" se desplaza por los centros educativos de nuestra ciudad en busca de mostrar a los adolescentes y jóvenes desde los 12 hasta los 18 años de edad y desde los 19 hasta los 29 años cinco temas fundamentales que abordan a la sociedad: el embarazo en la adolescencia, la salud sexual y reproductiva, las adicciones, la violencia y las enfermedades de transmisión sexual.
Raydel Bejerano Balmaseda, especialista de Primer Grado en Psicología y coordinador de este proyecto en Las Tunas, nos explica que esta iniciativa no es nueva, pues surgió hace algunos años y se extiende por toda la geografía cubana.
"Hacemos diferentes actividades en los centros educacionales formando promotores de salud. Contamos con el acompañamiento de los estudiantes del instituto preuniversitario vocacional de ciencias exactas (Ipvce) Luis Urquiza Jorge, de la escuela formadora de maestros Rita Longa y la Dirección Provincial de Educación".
El especialista explica sobre la importancia de la interacción con estos grupos etarios, porque son los de mayor riesgo por su nivel de desarrollo psicológico y la necesidad que sienten de integrarse a su grupo social.
Cuando nos encontramos en la Semana Para la Prevención del Consumo de Drogas de Abuso, nos acercamos a esta red de jóvenes, conversamos con sus especialistas, entre ellos el doctor Alejandro Mestre Barroso, especialista en Toxicología del hospital Ernesto Guevara y miembro de la parte metodológica de este proyecto.
Aunque Mestre Barroso ha explicado en los diferentes escenarios cuán perjudicial es el consumo de drogas de abuso, refiere la necesidad de llegar a los más jóvenes. "Es aquí donde la red juega un papel fundamental, porque buscamos brindarles las herramientas necesarias para que ellos, desde su lenguaje y forma de actuar, logren erradicar esas afectaciones en la salud, que van desde el embarazo en la adolescencia hasta las adicciones".
El país se encuentra en un momento que no tiene precedentes en cuanto al empleo de estas sustancias dañinas para los bisoños; y aunque hace algún tiempo habláramos de una meseta y que la detección temprana en la provincia mostraba resultados alentadores, continúa siendo alarmante la cantidad de pacientes y familiares que llegan a los servicios de Salud en busca de ayuda.
"A estos muchachos les explicamos sobre las drogas sintéticas que circulan en las calles, y todos los tipos de adulterantes que poseen como la carbamazepina, cal, formol, tramadol..., que las hacen extremadamente adictivas y a la vez pueden ser más dañinas que otras drogas de uso tradicional. Esto complejiza nuestra labor para intentar sacar a ese joven de ahí, de la adicción".

ALARMAS ENCENDIDAS
Resulta preocupante escuchar las historias de pacientes en proceso de deshabituación que comenzaron con tan solo 13 años a consumir. Primero era cigarro, luego pasaron a la marihuana. Ya los efectos eran insuficientes y comenzaron con pastillas; hasta que alguien de casualidad -otro consumidor- les habla del químico o el "papelito", y entonces buscan más.
Sobre esta secuencia adictiva nos alerta el especialista en Toxicología; parece ciencia ficción, pero es real. "Desde los 10 años nuestros menores se están iniciando en las adicciones; primeramente por el uso del cigarro, que es la puerta de entrada a ese consumo de drogas. Seguidamente inicia el consumo de alcohol; aquí debemos tener en cuenta que entre menor sea la edad de inicio mayor será el daño que ocasiona al organismo y la rapidez con la que se pueden volver adictos.
"De ahí que los expertos determinen que el mejor eslogan en temas de consumo y sobre todo en la adolescencia es 'Mejor no empezar', porque con un solo uso de estas sustancias pueden quedar totalmente enganchados.
"Los promotores de salud juegan un papel primordial. En esta red tenemos jóvenes de 14 años que ya intervienen en charlas. Contamos con estudiantes de las carreras de Enfermería y Medicina, del Preuniversitario, quienes cumplen con este rol contribuyendo con sus propios conocimientos, sumados a los que van adquiriendo desde aquí y siembran la semilla del daño que les puede causar si lo llegan a hacer".
Es importante que las personas, la comunidad y los adolescentes sepan que tienen lugares a los que acudir en busca de ayuda cuando tienen un familiar o amigo adicto.
"Una fortaleza gigantesca que tenemos es el médico de la familia. Es ahí donde inicialmente podemos pedir ayuda en ese primer momento, porque él es quien conoce las características del entorno del paciente.
"Contamos con una red de grupos de salud mental en todos los policlínicos de la provincia, donde se encuentran especialistas de Psiquiatría Infanto-Juvenil, psicólogos y psiquiatras para adultos que están capacitados para atender este proceso.
"También el servicio de Adicciones en el hospital psiquiátrico provincial Clodomira Acosta, ubicado en el municipio cabecera, así como la consulta de Toxicología en el 'Guevara', que valora los efectos orgánicos que ha tenido la droga dentro del organismo.
"Tenemos la línea ayuda 103, que no solo se enfoca en las adicciones, sino también en temas de violencia de género, y puede brindar guía a toda persona que acuda a ella en busca de algún acompañamiento. Es anónima y confidencial", concluyó Mestre Barroso.
Los expertos alertan, los promotores dan charlas y corresponde a las familias estar al pendiente de sus infantes. Las edades tempranas son las más preocupantes; y es que el propio consumo puede provocar afecciones en la salud, patologías psiquiátricas, patrones suicidas, accidentes...
Es inevitable que las personas que se encuentren consumiendo sustancias terminen en prisión. Esto se debe a la propia necesidad de comprarlas, lo que puede terminar en la comisión de un delito o llevar a la muerte.

