cognitia mujer

Las Tunas.- La mujer cubana ha demostrado, a lo largo de la historia, una capacidad extraordinaria para reinventarse y abrir caminos en medio de desafíos sociales, económicos y culturales. Su espíritu emprendedor, muchas veces invisibilizado, se expresa en la creación de proyectos que sostienen a sus familias, preservan tradiciones y aportan al desarrollo comunitario.

En un contexto marcado por desigualdades y barreras estructurales, cada empeño liderado por mujeres se convierte en un acto de resistencia y de innovación. Es precisamente en este escenario donde surge CognitIA Mujer, una plataforma que reconoce el talento y lo transforma en motor de crecimiento local, conectando la creatividad femenina con las oportunidades del mundo digital.
plataforma emprendedoras

Tras una convocatoria del programa Labic 2025, impulsado por la División de Innovación Pública y Ciudadana de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), nace esta iniciativa, una de las 53 recibidas desde 13 países.

Presentada por Dayalé Torres Diéguez, presidenta de la Unión de Informáticos de Cuba en la provincia y directora del Laboratorio de Innovación Digital Ciudadana, la experiencia fue seleccionada para recibir acompañamiento técnico y estratégico por su pertinencia y potencial de impacto.

“CognitIA Mujer expresa la voluntad y el compromiso para impulsar, promover y diseñar estrategias en función del empoderamiento de las mujeres en el contexto digital”, explica Torres Diéguez.

“El proyecto, además de desempeñar un rol importante desde el punto de vista económico, en el seno de sus familias y para la comunidad, respalda a quienes están al cuidado de personas dependientes. Esto representa una oportunidad para aquellas mujeres que tienen un familiar que necesite atenciones especiales, lo que le impone una doble jornada laboral.

“Tal realidad impide en muchísimas ocasiones que ellas, con dotes especiales para las manualidades y la preservación de valores culturales patrimoniales de sus contextos, tengan el tiempo suficiente y los recursos económicos para llevar a cabo emprendimientos”.

Durante cuatro jornadas intensas, se trabajó directamente con emprendedoras de la localidad de San José, del municipio de Las Tunas, ideando construir una herramienta pensada para resolver su necesidad, vender lo que producen y mejorar sus condiciones de vida.

Dicho empeño supera la idea de una simple página web; es el producto tangible de un proceso de cocreación con las protagonistas que validaron cada decisión de diseño y funcionalidad.

“La prevención de la violencia basada en género que se reproduce en el contexto digital es una de las fortalezas, al incorporarse como acciones de capacitación”, añade Dayalé.

Los últimos datos de la Encuesta Nacional de Ocupación (ENO 2024), publicados en julio del 2025, muestran una brecha de género persistente. Las mujeres representan solo el 36,8 por ciento de las personas ocupadas frente al 61,8 de los hombres. Su presencia en el sector no estatal es apenas del 17,8 por ciento, y en el estatal asciende a 45,9 por ciento.

Esa desigualdad se alimenta de la baja visibilidad, redes de apoyo frágiles y el acceso limitado a formación práctica. Muchas emprendedoras trabajan de manera aislada o en la informalidad. La herramienta en construcción busca no solo comercializar productos, sino fortalecer el capital humano y social de la mujer cubana, convirtiendo su capacidad e ingenio en motor de desarrollo local.

Para que la tecnología sea facilitadora y no barrera, la solución se apoyó en la plataforma Odoo, versión comunitaria, base tecnológica robusta y escalable para un proyecto con una visión de futuro. Se empleó la inteligencia artificial de forma práctica y accesible para elevar la calidad visual, y ayudar a crear narrativas que conecten al comprador con la historia y autenticidad de cada pieza.

Invertir, colaborar y apoyar a cognitia.cu es apostar por un modelo replicable y escalable. El éxito de Las Tunas es el primer paso para impactar a miles de emprendedoras en toda Cuba. Puede erigirse un puente entre el talento local y las oportunidades de crecimiento, entre la tradición y la innovación, entre la emprendedora y su comunidad.

El Balcón de Oriente funciona como caso piloto, con una arquitectura diseñada para abarcar de manera orgánica a otras provincias. Ya se han iniciado conversaciones con universidades, asociaciones y autoridades locales para construir sostenibilidad mediante alianzas.

CognitIA Mujer demuestra que la innovación con enfoque de género puede propiciar desarrollo comunitario y nacional, autonomía y reconocimiento. Su progreso consagra sueños individuales y colectivos de notorio valor.

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