Las Tunas.- Ubicada en el norteño municipio de esta oriental provincia, la fábrica de pienso Antonio Guiteras, perteneciente a la unidad empresarial de base (UEB) Tecnoazúcar, en Las Tunas, se erige orgullosa por sus nuevos proyectos y maquinarias, fruto de las innovaciones de su colectivo. La premisa fundamental allí es elaborar el alimento con materias primas locales, sin esperar por las importaciones.
Frente al recrudecimiento del bloqueo económico y el azote de una pandemia, que han limitado el comercio exterior, esta unidad desde inicios del 2020 ha producido hasta la fecha más de 750 toneladas de pienso dirigidas a la ceba de cerdos, a base de las fórmulas 36 y 39, compuestas en su mayoría por soja, maíz y afrecho.
En diálogo con 26 Digital, el ingeniero Jorge Luis Pérez Ochoa, jefe de Brigada, manifestó que en el último período los trabajadores desarrollan procesos inversionistas y de gestión a fin de incrementar ese renglón. A tenor de ello, también se perfeccionan los parques hasta acortar las distancias en la mecanización de los procesos fabriles y en correspondencia, contribuir al aumento de la productividad, que puede llegar hasta 20 toneladas diarias.
Destacó que los principales ingredientes para la fabricación del pienso son locales y a estos se les añaden los huesos de res calcinados en un horno y la concha de ostión, componentes que aportan un nutriente tan importante como el fosfato de calcio.
En ese orden, enfatiza "que ya se ocupan de la elaboración de la harina de pescado para adicionarla al alimento animal, con la utilización de las tallas no comerciales de pescados procedentes de establecimientos pesqueros y acuícolas de los municipios de Amancio, Puerto Padre y del embalse Juan Sáez, ubicado en 'Jesús Menéndez'".
Las expectativas de este colectivo van mucho más allá. La idea de convertirlo en un polo científico productivo pauta su quehacer diario en aras de desarrollar la producción con la utilización de la ciencia. Para ello se nutren de la Universidad de Matanzas, directamente con la estación Indio Hatuey, "quienes nos asesoran en temas actuales como la elaboración de bloques multinutricionales para el ganado mayor y menor, más ahora que nuestra empresa cuenta con una extensa masa ovina y cunícola, y hay que responderle con buena alimentación".
La capacitación en estas cuestiones y el perfeccionamiento de las maquinarias se impulsan además, "con el objetivo de incrementar la calidad de esos bloques para sustituir importaciones y en un futuro, adentrarnos también en su exportación, pues gozan de alta demanda en el mercado internacional", subrayó Pérez Ochoa.
Como novedad en cuestiones científicas, y teniendo la colaboración desde Indio Hatuey, "se incursiona, igualmente, en el biochar para la preparación de la harina de rocas; iniciativa que ya da sus primeros pasos y se afianza. Hemos enviado algunas muestras al laboratorio del Ministerio de Energía y Minas con el propósito de evaluar el nivel de mineral existente y agregarlo como nutriente al pienso", adelantó.
“SI TENEMOS LOS HIERROS, LO TENEMOS TODO”
Las maquinarias son fruto de la inventiva anirista de quienes allí las operan. Refiere el directivo que "con mucho sacrificio y ahínco lograron recuperar un montacargas, declarado ya irreparable, con la finalidad de humanizar el trabajo y acortar distancias, para ganar tiempo en la producción", aclaró.
Ya se encuentran en fase de terminación por las partes inversionistas los almacenes que guardarán la materia prima y el pienso terminado. De conjunto con la Empresa de Estructuras Metálicas, alistan en la planta un polígono de secado con techo desplazable, el cual permite cubrir su contenido por las noches y al llover no se tienen que recoger los materiales.
"Se montarán, además, una prensa hidráulica, una rebanadora de yuca y un molino de martillo para el polvo de yuca, y así, sucesivamente, iremos incorporando más automatización y maquinarias a esta unidad, pues si tenemos los hierros, lo tenemos todo; con eso ya ganamos la pelea", manifestó el jefe de Brigada.
La "Antonio Guiteras" ha echado a andar con su propio esfuerzo y ello se respalda en los resultados alcanzados. Ahora sus horizontes también abarcan una máquina extractora de aceites. Esa área de nueva creación los motiva a seguir "tirando pa´lante", pues con ella obtienen aceite de ajonjolí, girasol, soja y hasta de quimbombó. "Era necesario hacer esta planta extractora, porque el aceite resulta fundamental para la absorción de los demás nutrientes del pienso y ayuda a una correcta digestión del alimento", explicó Jorge Luis.
En fin, ellos no paran porque las metas ya están bien claras: "convertir esta fábrica de pienso en un combinado con todas las de la ley y lograr ser un polo científico-productivo". De esa manera concluyó su declaración este hombre que, junto a su colectivo, demuestra con su accionar las ganas de dar todo por la producción de alimentos.