Las Tunas.- Si el control interno es inherente a las administraciones, ¿por qué son tan malos en la provincia los resultados de la XIV Comprobación Nacional sobre el cumplimiento de las normativas aprobadas para el Sistema Empresarial Estatal cubano?
Evidentemente, algo anda muy mal. Y no solo en el propio ente administrativo, sino en quienes tienen que velar por la salud del control interno de los más diversos centros. Es una cadena en la que cada eslabón está demasiado débil.
¿De qué perfeccionamiento de la empresa estatal socialista se puede hablar en Las Tunas si las medidas para lograr esa máxima no se acatan en la mayoría de las 19 entidades examinadas? De la muestra verificada, la inspección finalizó 18 auditorías de cumplimiento, de las cuales ocho fueron deficientes, cinco malas y solo cinco aceptables. Entre todas ellas se detectaron 640 insuficiencias.
Es evidente un retroceso con respecto a la anterior comprobación realizada en el 2018, criterio sustentado en el total de fallas encontradas, el descubrimiento de dos presuntos hechos delictivos y las causas y condiciones que vulneran el control interno.
La revisión valoró que los directivos no han interpretado correctamente el proceso de ejecución de la estrategia para el fortalecimiento de la empresa estatal socialista y la dinamización del universo agropecuario, porque en su identificación se han dejado de considerar algunas disposiciones y otras las han asumido de manera improcedente.
Para incrementar la producción de alimentos y satisfacer las demandas no cubiertas de renglones agrícolas, en abril del 2021 el Gobierno antillano aprobó 63 medidas, con la participación de productores, expertos y directivos del sector. ¿Cómo es posible entonces que 19 meses después el Sistema de la Agricultura aquí solo haya implementado 28 y en la empresa agropecuaria Jesús Menéndez no se ha puesto en práctica ninguna? ¿Qué justifica esta deficiencia? De ahí las deudas que prevalecen con la alimentación del pueblo.
En una vista global se aprecia que la subida de los precios de surtidos y servicios va en contra del cumplimiento de los planes, lo que denota falta de diversificación en las producciones para lograr el crecimiento de los ingresos y los niveles productivos, que se traducen en eficiencia de las empresas. La búsqueda de utilidades a partir del aumento de las tarifas es una tendencia y no se puede permitir. Sin embargo, cada vez está más generalizada.
En estos momentos es desfavorable la situación financiera en casi la totalidad de los enclaves evaluados, lo que genera muchas cuentas por cobrar que ya están fuera de los términos pactados en los contratos y una larga cadena de impagos. Además, se cuantifican notables daños económicos y entidades con incorrecto uso del combustible debido al descontrol. En el sector de Comercio ni siquiera se ha interpretado la nueva estructura concebida y existe un divorcio entre la dirección principal y las unidades empresariales de base que surgen.
Los especialistas que intervinieron en la comprobación dictaminaron que las causas y condiciones fundamentales que dieron origen a los hallazgos están dadas por la inobservancia de lo establecido, la no realización oportuna de conciliaciones, el descuido y la negligencia de los responsables, todo lo cual atenta contra el buen funcionamiento.
¿Qué hacer entonces ante tan desfavorable panorama? No se puede asumir que el mal está hecho, pues, por el contrario, hay que arrancarlo de raíz, y eso corresponde a los directivos en su conjunto, pero, sobre todo, a quienes se encuentran por encima de ellos en la escala de mando, y del actuar enérgico y sistemático de los núcleos del Partido y las secciones sindicales.
Bien lo dijo Darlam Dalmau Palomino, vicecontralor general, en las conclusiones de la inspección: “las administraciones no se tienen que preparar para una comprobación del control interno, que es inherente a su esencia. Es preciso trabajar en función de ese objetivo todos los días”.
Solo hay que agregar que los regentes de esas estructuras de dirección en otros niveles de jerarquía, dentro de los sectores, deben hacer lo mismo.