Emblema de la UJC

Las Tunas.- Todos los símbolos cuentan con historia y significado. Algunos, como los escudos, disponen hasta de una especialidad que los estudia: la heráldica. Otros no aspiran a tanta gloria. Solo a perpetuarse en la actuación de las personas a quienes representan y ser consecuentes con lo que de ellos se espera. Es el caso del emblema de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), que hoy cumple 58 años de fundada.

La recordada revista Mella, que fuera órgano de la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR) -precursora de la UJC-, en su edición del 19 de octubre de 1964, se refirió al contexto en que cobró vida en 1962 el logotipo que identifica desde entonces a la organización:

"…se convocó a un concurso nacional, pero no se obtuvo el resultado deseado. Entonces se entregó la tarea a Virgilio Martínez, director artístico de la revista, quien procedía de la Juventud Socialista y había luchado contra Batista como dibujante (…). Él, junto a Marcos Behmaras, había creado al perro Pucho, una mascota que la juventud hizo suya". Este Pucho, por cierto, apareció en la primera portada de Juventud Rebelde, anunciando el nacimiento del nuevo periódico.

Virgilio y los patrocinadores pusieron manos a la obra y volcaron su entusiasmo creador en insuflarle vitalidad y sentido al proyecto. No perdieron de vista, entre otros aspectos trascendentales, que la obra plástica expresara inequívocamente los más legítimos anhelos de la organización juvenil de vanguardia. Así fue cobrando forma.

En el orden ideológico, una fuente de inspiración puesta sobre el tapete fue el discurso pronunciado el 21 de octubre de 1960 por el doctor Osvaldo Dorticós Torrado, a la sazón presidente de la República de Cuba, quien, al inaugurar oficialmente la Primera Plenaria Nacional de la AJR -evento en el que se integraron en una sola todas las organizaciones juveniles cubanas- les había dicho a los delegados presentes:

"... el porvenir de la Patria os pertenece; a estudiar, a luchar, a combatir. Estudio, trabajo y fusil, jóvenes rebeldes de Cuba".

La AJR convirtió en consigna y en bandera aquellas tres palabras.

-Hice el nuevo diseño a partir del logotipo de la Juventud Socialista Popular, que tenía como paradigma a Mella y, al fondo, una estrella roja –dijo luego Virgilio-. Le incorporé, dentro de tres banderas de colores blanco, azul y verde, aquella divisa de la AJR: Estudio, Trabajo y Fusil. Las tonalidades armonizaban con la bandera nacional y el uniforme verde olivo del Ejército Rebelde; el rojo, además, con el carácter de la organización y su posición ideológica.

En esa primera versión figura, además del rostro de Julio Antonio Mella, el de Camilo Cienfuegos. Ambos simbolizan la continuidad histórica de las luchas revolucionarias de nuestra juventud. Son dos figuras cumbres de un mismo proceso en momentos diferentes. El emblema se exhibió por primera en el podio utilizado por Fidel en la clausura del Primer Congreso de la UJC, el 4 de abril de 1962, donde propuso -y los delegados acordaron por unanimidad- que la organización adoptara el nombre de Unión de Jóvenes Comunistas.

El logotipo conservó su diseño hasta el 8 de octubre de 1968, cuando se aprobó añadirle la figura del Guerrillero Heroico, quien, en el segundo aniversario de la organización, había dicho: "La Unión de Jóvenes Comunistas tiene que definirse con una sola palabra: vanguardia".

En el 2007, al conmemorarse un nuevo aniversario del estreno oficial del simbólico logotipo de la UJC, alguien le preguntó a Virgilio Martínez: "¿Cree usted que 45 años después siga funcionado su emblema?".

Y el artista le respondió con la certeza de quien sabe lo que dice:

"Mientras la Juventud crea en él y sus ideas movilicen, funcionará". 

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